Los rastreadores sanitarios, encargados del seguimiento de casos positivos de Covid-19 y de contactos estrechos que se hayan podido contagiar del coronavirus, han multiplicado por cien el éxito de su labor durante lo que ha transcurrido de verano, ya que a principios de junio localizaban a la semana a 83 personas enfermas y ahora han disparado esa cifra hasta 8.568
Servimedia / ICAL. Según datos oficiales del Ministerio de Sanidad recogidos por Servimedia, el trabajo de los rastreadores está creciendo exponencialmente a medida que pasa el tiempo, pero su éxito también ha aumentado de forma ostensible, lo cual es vital para frenar el desarrollo de la pandemia y resulta especialmente necesario para localizar a asintomáticos: contagiados que siguen haciendo vida normal al carecer de signos de tener el virus y que expanden la enfermedad a su alrededor sin saberlo.
El personal dedicado a la vigilancia epidemiológica se ha visto reforzado desde el estado de alarma, ya que el inicial era de 845 personas y hasta el momento se ha incrementando con otras 1.127 que establecen un equipo total de 1.972 profesionales.
Desde el comienzo del verano, la búsqueda de casos ha ido creciendo alrededor de los positivos que la salud pública confirmaba mediante prueba PCR pero también ha mejorado la localización de allegados que habían contraído el coronavirus.
Así, los 83 casos estrechos encontrados la segunda semana de junio han aumentado progresivamente: 170 la tercera semana de junio, 238 la cuarta de junio, 217 la primera de julio, 568 la segunda de julio, 1.383 la tercera de julio, 2.547 la cuarta de julio, 4.425 entre finales de julio y principios de agosto, y 8.568 entre el 3 y el 9 de agosto.
Los datos ponen de manifiesto que, desde julio, el número de casos detectados alrededor de personas que previamente habían sido confirmadas como enfermas de Covid-19 han aumentado a un ritmo cercano al cien por cien. Es decir, prácticamente se duplican cada siete días, fruto del incremento de casos en toda España pero también de la efectividad de los rastreadores.
Asintomáticos
El trabajo más difícil y a la vez más importante para estos ‘espías’ radica en localizar contagiados asintomáticos para evitar que contribuyan a expandir el virus sin saberlo y sin dejar rastro. Según los datos del Ministerio de Sanidad, alrededor de la mitad de los casos localizados y confirmados en estos momentos como Covid-19 no manifiestan signos de la enfermedad, lo que permite ponerlos en cuarentena y vigilancia estrecha para evitar que sean colaboradores involuntarios en el desarrollo de la pandemia.
El propio ministro Salvador Illa puso de manifiesto esta realidad cuando el viernes compareció tras la reunión extraordinaria del Consejo Interterritorial de Salud con las comunidades autónomas. Ahí explicó ante la prensa que el 55 por ciento de las personas contagiadas que se encuentran actualmente son asintomáticas y que un 32 por ciento de los casos localizados son de contactos estrechos de positivos anteriores.
Sin embargo, en algunas comunidades autónomas el porcentaje de asintomáticos detectados es mucho mayor. Aragón, por ejemplo, notificó el viernes 526 nuevos casos confirmados de coronavirus, de los cuales el 69 por ciento (368) correspondían a asintomáticos. Por su parte, la Comunidad Valenciana informó de un 67 por ciento de asintomáticos entre los 629 casos nuevos detectados durante el pasado fin de semana.
La preocupación por los asintomáticos es uno de los motivos que llevó a Cataluña a realizar pruebas masivas en las localidades en las que más ha crecido la positividad por COVID-19 y que ha empujado a la Comunidad de Madrid a hacer lo mismo a partir de este lunes en los barrios de Carabanchel, Usera, Villaverde y Vallecas, así como en los municipios de Alcobendas y Móstoles.
Atención Primaria
Los 8.568 casos de coronavirus que los rastreadores han encontrado en la última semana representan menos del diez por ciento del total de casos sospechos que ha atendido la sanidad pública entre los centros de Atención Primaria y los hospitales/especializados.
Los datos oficiales del Ministerio de Sanidad cifran en 95.901 los casos sospechos atendidos en la última semana, con un reparto muy diferente entre los 68.594 de Atención Primaria y los 27.307 de los centros hospitalarios.
Los sanitarios más cercanos a los ciudadanos son los que en estos momentos asumen la mayor carga de trabajo en toda España, con un índice de 145,86 casos por 100.000 habitantes frente a los 58,07 de los hospitales y medicina especializada.
Esta balanza se inclina actualmente en más de un 71 por ciento de casos para la Atención Primaria, sobre la que las comunidades autónomas han descargado principalmente la labor de búsqueda de casos de Covid-19, frente a un 29 por ciento de los centros hospitalarios.
A principios de verano el reparto de carga de trabajo no era así, más bien al contrario. Prueba de ello es que entre el 22 y el 28 de junio la Atención Primaria atendió en España 24.122 casos sospechosos de coronavirus frente a 25.564 de los hospitales.
Desde entonces, la estadística se ha dado la vuelta y el peso recae ahora sobre el personal de Atención Primaria, que dispone de material para atender los casos sospechos y realizar las pruebas PCR de Covid-19. Es todo lo contrario a lo que sucedió al inicio de la pandemia, cuando los hospitales se saturaron con pacientes que llegaban enfermos mientras que los leves tenían que quedarse en casa porque no podían ser atendidos en sus consultas habituales.
La evolución ha sido sustancial, puesto que de los 25.564 casos sospechosos seguidos en los hospitales a finales de junio se ha pasado a 27.307 a principios de agosto, lo que representa una ligera subida de apenas el 6 por ciento. A mediados de julio llegó a bajar a 19.301 personas.
Por el contrario, en Atención Primaria no ha hecho más que aumentar desde los 24.122 casos sospechosos a finales de junio a 68.594, lo que supone un 184 por ciento más.