[dropcap]A[/dropcap]l finalizar mis años en la alcaldía había desaparecido de la ciudad de Salamanca el chabolismo, y las infraviviendas eran escasas. El problema de la vivienda se había convertido en algo residual. En los lugares de población marginal fueron naciendo nuevos barrios dotados de jardines, centros de salud, infraestructuras deportivas y centros de ocio.
A mediados de los noventa, en una de las visitas institucionales, llegó a la alcaldía una comisión compuesta por líderes sindicales procedentes de Iberoamérica. Querían visitar barrios obreros para comprobar su forma de vida. Los encaminamos hacia Puente Ladrillo, Pizarrales, Tejares y Chamberí- Alambres.
Al volver me indicaron que quizás no les había entendido bien. Ellos querían ver barrios donde vivieran trabajadores manuales, no barrios burgueses. Querían ver las chabolas que se podían encontrar en las ciudades de sus lugares de origen.
Tuve que convencerlos que habían desaparecido de la faz de la ciudad gracias al PGOU y a una exitosa política de vivienda llevada a cabo por las distintas Corporaciones municipales habidas desde 1979.
Muchas viviendas sociales se han construido en Salamanca, sobre todo en el Plan Parcial del Zurguén. Este gran desarrollo urbanístico fue redactado por el que fuera arquitecto municipal Fermín Querol. No se ha terminado de desarrollar en su totalidad. Estaba previsto construir en él 5.400 viviendas.