Mucho antes que jugador, como todos, es persona; siente, padece, respira, piensa, reflexiona, ríe, se preocupa, habla, calla…
Sí Uxío da Pena es un ejemplo de lucha en la vida y el deporte porque se ha visto obligado a superar dos graves lesiones, la última en el mes de octubre en El Municipal de Guijuelo. Once meses y un confinamiento después, el delantero gallego (03-08-1990, Lugo) se ha vuelto a sentir futbolista iniciando la pretemporada con el Salamanca CF y volviendo a pisar el césped del Helmántico en el primer choque de preparación contra el Ciudad Rodrigo.
No le cuesta admitir que antes de ir al campo, se enteró de que el Chimy Ávila (jugador de Osasuna) se había roto de nuevo el cruzado cuando reaparecía, y eso le ocasionó muchos nervios, cierta angustia y presión; y lo notó en el campo.
Poco a poco desea ganar confianza para poder ser “mejor delantero con 28 que con 30”, igual que trabajará para ser “mejor persona”, con el objetivo de trabajar día a día. También desea que su afición, o al menos una parte de ella, esté en El Helmántico lo antes posible para poder disfrutar todos de todos. Claro, sincero y sin dobleces; Uxío da Pena, al natural…
Vestuario: “Tenemos un grupo muy sano; el vestuario está formado por gente que ha vivido el fútbol desde hace mucho tiempo y las decisiones que se han tomado han sido con determinación. Seguro que los que faltan por llegar viene en la misma dirección y dinámica para sumar, hacerles fácil las cosas al club y tener un gran año”.
Afición: “Espero que dejen entrar gente al campo, al menos en un porcentaje. Cuanto mejor lo hagan los que puedan entrar, mejor para todos y a lo mejor puede venir más gente con el paso de las semanas. Hay que tener civismo y llamar al orden y a la educación para que podamos disfrutar todos de todos. Me encanta sentir El Helmántico lleno de gente y a los aficionados también. Creo que no hace falta hacer un llamamiento porque están con nosotros”.
Muy querido: “Creo que Salamanca es una ciudad a la que le gusta el fútbol y los aficionados sienten mucho este deporte; llevaban tiempo sin él. Mi manera de ser es igual; me gusta disfrutar de estar en Salamanca, no solo como futbolista, también como persona. Cuando hago algo, lo hago al 100% y creo que con ello contagio también a la gente; tengo esa capacidad de hacer que la gente reme en la misma dirección y seguro que tengo las mismas ganas que ellos de volver a estar juntos en El Helmántico. Les estoy muy agradecido porque he sufrido lo peor y me seguían dando su apoyo”.
Sensaciones tras volver a jugar: “Media hora antes de ir al campo, leí que el Chimy Ávila se había roto el cruzado y los nervios se multiplicaron. Ya fui nervioso al estadio y se lo comenté a mis compañeros y al cuerpo técnico e intentaron calmarme haciéndome ver que el partido era una prueba, que no me exigiese por encima de lo que podía dar. En el campo estuve muy nervioso, la verdad, pero tengo que darles las gracias a los jugadores del Ciudad Rodrigo, porque entendieron cuál era mi situación y nadie hizo nada extraño que me pudiera perjudicar o hacerme sentir mal”.
Volver a ser mejor de lo que era: “Todo es cuestión de confianza y tiempo; hay que darse cuenta de que he estado 11 meses son jugar al fútbol y tengo que meter en mi cabeza los mecanismos que venía haciendo para volver a ser mejor de lo que era. Creo que en la vida nunca se deja de aprender y si el físico me acompaña, seré mejor delantero con 30 que con 28; estoy dispuesto para trabajar y ser también mejor persona”.
Recuerdo de su última lesión: “Sí, claro que recuerdo lo que pasó en Guijuelo, y la anterior… al final, son traumas. Pero lo que no tengo que hacer es pensar mucho en Guijuelo y sí entrenar y adaptarme poco a poco a que las acciones sean habituales y convencer al cuerpo técnico de esa mejoría”.
¿Qué le pide Egea?: “Estoy muy agradecido al míster en el plano personal porque su exigencia es máxima en lo que se refiere al esfuerzo, algo que nos va a pedir siempre a todos. Pero está teniendo un tacto diferente conmigo por venir de la lesión; a pesar de ser una persona que no reprocha los fallos, salvo los que no son esfuerzo, hace que me sienta bien y se lo tengo que reconocer”.
¿Miedo al virus?: “No, miedo no, aunque sí cierto respeto por poder llevarlo a tu casa y que abuelos o padres puedan contagiarse. Hay que tener cabeza porque estamos expuestos a él, muchas veces sin querer. Aunque está claro que debemos extremar las precauciones”.
El fútbol, ¿ninguneado?: “Entiendo a la gente que dice que el fútbol no es una prioridad ahora mismo; lo que mueve la economía de un país es el PIB y el fútbol ocupa el 2%, y es la importancia que hay que darle. Sinceramente, creo que menospreciar es de necios y no viene a cuento ahora hablar de privilegios y sí ser positivos para que todo esto termine cuanto antes”.