Científicos del grupo de Neurobiología Molecular, dirigido por la doctora Ángeles Almeida en el Instituto de Biología Funcional y Genómica (IBFG; CSIC-Universidad de Salamanca), y del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL) han descrito que la reparación del DNA en neuronas es esencial para promover la supervivencia neuronal, lo que finalmente condiciona el pronóstico funcional de pacientes que han sufrido un ictus.
Según se informa desde el IBSAL, el ictus es un importante problema sociosanitario en nuestro país. Con una incidencia anual de unos 120.000 casos al año, es la primera causa de mortalidad en mujeres y la principal causa de discapacidad en el adulto.
Tras un ictus isquémico, la recanalización o restauración del flujo sanguíneo en la zona infartada, induce la generación de radicales libres que causan, entre otros procesos, roturas en el DNA que provocan la muerte neuronal y, en consecuencia, daño cerebral. Por ello, es importante que se activen mecanismos de reparación de estas roturas, favoreciendo así la supervivencia neuronal y la recuperación funcional después de un ictus.
Investigadores del grupo de Neurobiología Molecular del IBSAL, liderados por la investigadora del CSIC Ángeles Almeida, han demostrado un mecanismo molecular que promueve la supervivencia neuronal tras un ictus.
“Hemos observado que la proteína WRAP53 se acumula y se transporta al núcleo de las neuronas en respuesta a la isquemia, donde se une al DNA roto y activa la respuesta de reparación de roturas de doble cadena en el ADN” explica. “Además, hemos visto que estos mecanismos de supervivencia se observan también en modelos de isquemia in vivo”, lo que da más consistencia al trabajo que hoy se publica en la revista ‘Science Advances’, y cuya primera autoría comparten las jóvenes investigadoras Irene Sánchez-Morán y Cristina Rodríguez.