Un partido con Roberto Íñiguez

El entrenador de Perfumerías Avenida vive al máximo cada choque, sin importarle el resultado
Roberto Íñiguez

Primer partido en Würzburg de Perfumerías Avenida con algunos aficionados en las gradas muchos meses después; quizá demasiados.

Había ganas, muchas ganas de ver en acción y en directo, al renovado equipo salmantino, pero también al nuevo capitán de la ‘nave azul’, que tiene un proyecto de al menos tres años entre manos.

Curtido en mil batallas y mil escenarios, era la primera vez que el entrenador de Avenida se sentaba en el otro banquillo, acostumbrado siempre a ser el rival y a sufrir en Würzburg. Ahora también sufrirá, pero de otra manera muy distinta.

40 minutos de un partido dan para mucho, aunque ganes de 20, 30 o 40, como fue el caso de Avenida contra Campus Promete; Roberto Íñiguez vive cada partido y cada jugada al máximo como si fuese la última de su vida deportiva. Quizá sea ése el único secreto para el éxito.

«Nice job, nice job«, expresaba algunas veces; otras «defensa, defensa», además de «dos, dos…» o «a correr, a correr», «rebound, rebound«. En otras ocasiones es mejor no reproducir sus palabras cuando algo salía mal o muy mal. También tivo momentos para el árbitro: «Lo que es, es, no hay más; lo que es, es…», además de para su canterana, a la que dio muchos minutos. «Paula, puedes hacer esa falta, no pasa nada, pero antes, antes…«. Su segunda Raquel Romo también fue partícipe de la intensidad con la que vive cada choque.

Todo ello y mucho más, acompañado por un sinfín de gestos, aspavientos y entradas en la cancha de baloncesto; vamos, que solo le faltó jugarse un uno para uno, rebotear o meter un triple. Veremos…

PUEDES VER AQUÍ LAS IMÁGENES DE ÍÑIGUEZ EN ACCIÓN.

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