La consejera de Sanidad, Verónica Casado, avanzó este jueves “nuevos peinados” en las residencias de mayores para detectar si hay casos de COVID-19 ante el aumento de contagios en estos centros sociosanitarios. Además, reconoció que les preocupa “mucho” la incidencia del coronavirus debido a la edad de los residentes.
Ical.- En la comparecencia posterior al Consejo de Gobierno, la consejera explicó que se mantienen reuniones entre la Gerencia de Servicios Sociales y la Dirección General de Planificación y Asistencia Sanitaria para programar “peinados” en las residencias con el objetivo de detectar nuevos casos.
También Verónica Casado avanzó medidas “educativas” para que los profesionales de estos centros sociosanitarios sepan cómo actuar ante la aparición de un positivo en coronavirus, con el objetivo de que procedan a aislarlo y generar una “burbuja”. Además, señaló que se ofrecerá formación a los profesionales sobre la enfermedad y su manejo.
Otra de la medidas que recordó baraja la Junta es la detección del virus en las aguas residuales de las residencias, para conocer la existencia de asintomáticos en estos centros y anticiparse a la aparición de enfermos. Verónica Casado remarcó que les preocupa lo que ocurra en estas residencias debido a que una de cada tres personas mayor de 80 años que enferma de coronavirus fallece, por lo que apuntó el control es “muy importante”.
Test en farmacias
Por otra parte, la consejera de Sanidad descartó que las farmacias puedan hacer los test actual de detección del COVID-19, que requiere tomar muestras nasofaríngeas por profesionales entrenados. De momento, indicó, no es posible que estos establecimientos se encarguen de esta tarea, si bien señaló que podrían hacerlo si se produce un avance en los test de antígenos en saliva, lo que sería una “gran opción” para ampliar la red.
No obstante, Verónica Casado insistió en que si llegaran a participar en la realización de test tendrían que hacerlo con una “relación muy directa” con el sistema sanitario. Finalmente, valoró la labor de promoción de la salud y de protección que hacen las oficinas de farmacia, “claves” como “primera entrada” al sistema sanitario.