La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) insta a la Consejería de Sanidad a formar equipos COVID en las diferentes gerencias de Salud de la Comunidad, para ‘sacar’ el trabajo de la gestión, rastreo y seguimiento de la pandemia de los centros de salud.
El objetivo de esta medida es que los profesionales puedan atender a la población «con la mayor normalidad posible», y seguir con el cuidado de los crónicos. «Las patologías que no son COVID están insuficientemente atendidas por falta de medios y de tiempo, con consecuencias desafortunadas y lamentables para los usuarios, como están denunciando los ciudadanos”, indicó el sindicato en un comunicado.
Asimismo, CSIF explicó que en la Atención Primaria ha recaído “un gran peso asistencial, con el que se encuentra desbordada”, asumiendo su tarea asistencial de otra forma distinta, como es manteniendo un circuito para pacientes limpios y otros sugestivos de patología COVID, o atendiendo -en el caso de Medicina de Familia- el cribado por teléfono de pacientes y citando de forma presencial en la consulta si es necesario, realizando numerosas llamadas telefónicas en su horario de trabajo, más las consultas presenciales.
«Los profesionales no quieren realizar su trabajo en esas condiciones ya que la vía telefónica supone un hándicap a la hora de poder hacer un diagnóstico y resolver el problema del paciente, aunque sea una forma de protección hacia los usuarios, intentado evitar que coincidan y se masifiquen en las salas de espera», aseguró CSIF.
En ese sentido, advirtió de que la situación de Atención Primaria a la que se ha llegado desde el comienzo de la pandemia es “seria y preocupante”. En esos primeros momentos, recordó que Primaria realizó un gran trabajo de contención, cuando los hospitales y sus urgencias estaban «a punto de colapsar», atendiendo a pacientes en sus domicilios, y controlándolos en sus casas para que no acudieran al hospital, si no era necesario. “Toda esta labor se hizo de forma silenciosa, con pocos recursos y falta de profesionales, sobre todo médicos”, indicó CSIF.
Meses después del inicio de la pandemia, continuó, el protocolo que se hace llegar a los profesionales de Atención Primaria, por parte de las gerencias, “es priorizar la atención telefónica sobre la presencial. Hay que resolver todo lo que se pueda, sobre todo los procesos administrativos por vía telefónica, para evitar aglomeraciones en las salas de espera y así posibles contagios”.
«Hacen jornadas maratonianas, con plantillas incompletas por bajas y jubilaciones que no se logran cubrir al 100% del personal», avisó CSIF. «Los profesionales deben asumir las guardias en el servicio de urgencias, lo que supone salir del trabajo en la consulta y tener que empezar la guardia a las tres de la tarde, con lo que las jornadas de trabajo pueden ser de 12 horas”, añadió.
Sobre los profesionales de enfermería, señaló que deben asumir el triaje de los pacientes que acuden al centro sin cita; atenderlos para saber qué patología los lleva a ir al centro de salud, y poder derivarle a consulta médica, si es que la enfermera no puede resolver el problema; hacer las PCR, que cada vez son más; hacer el rastreo de positivos y contactos; o seguir con las extracciones de sangre, los avisos y la consulta presencial. “Todo ello supone un incremento descomunal y exponencial de trabajo”, lamenta CSIF.
“Empezamos un otoño caliente, con un gran aumento del número de casos COVID-19, con unos profesionales cansados. No podemos exigirles más, somos conscientes del esfuerzo de nuestras gerencias de Salud, pero al igual que nuestros profesionales, están haciendo un gran esfuerzo para realizar su trabajo, también pedimos que se dé una solución para no colapsar los centros de salud, y para que los profesionales puedan realizar su trabajo de forma efectiva”, concluyó CSIF.