La asociación Comité Antinuclear y Ecologista pidió en marzo que se apagara la iluminación de los monumentos dado que todos estábamos confinados en nuestras casas y el turismo estaba a nivel cero, aparte de que nadie podía salir a pasear y conocer la ciudad. «La propuesta no fue atendida», explican
La iluminación de los monumentos supone un consumo de electricidad importante, «por muy modernos que sean los focos de tecnología LED: la iluminación cubre muchos metros cuadrados , muchas horas y con una importante potencia tanto por la distancia a las fachadas como por la intensidad de los focos», apuntan desde la asociación.
Desde la asociación señalan que estamos en una situación muy dura, a nivel sanitario, económico y de emergencia climática en la que se tendría que evitar el despilfarro de energía como el que denuncian. «Por esto, hemos pedido al Ayuntamiento que regule el horario de la iluminación de los monumentos puesto que, además, el estado de alarma parece que puede durar bastantes meses».