La pandemia de la Covid-19 sigue cambiando nuestro hábitos y rutinas de una manera demasiado acelerada; algo tan simple y cotidiano como tomar el café y el pincho en el bar de abajo o de la esquina, ya no es una realidad; al menos por el momento.
Por ello, la imagen de la ciudad ha cambiado, y mucho; no hay calles pobladas de terrazas, la Plaza Mayor se ha quedado ‘desnuda’ y el simple hecho de quedar con alguien para tomar un café en la barra de un bar o sentado mirando la calle a través de un cristal se ha convertido en todo un privilegio.
Ahora, la hostelería se ha tenido que reinventar por la pandemia, eso o morir, por lo que son muchos los establecimientos que han optado por el famoso ‘take away’ o ‘para llevar’, convirtiendo la imagen de las terrazas y los bares en ciudadanos caminando café en mano o en busca de un banco para poder degustar su desayuno o almuerzo de media mañana.
O simplemente ese café que sirve para combatir el frío de las primeras o últimas horas del día mientras caminamos de un lugar a otro sin pararnos a pensar que antes lo teníamos todo y no lo sabíamos.
Reinventarse o morir, lo cierto es que las reuniones con aforo permitido y mascarilla se han llevado a la calle buscando esos rayos de sol que aún permiten disfrutar de un café a ‘campo abierto’. Por lo menos, que la pandemia no nos prive de esos momentos…