Las terrazas y los bares reabrieron este viernes tras tres semanas cerradas debido a la gravedad de la situación epidemiológica de la provincia.
En su regreso, los hosteleros y los clientes se han encontrado con las bajas temperaturas del frío polar que ha llegado de golpe.
Pese a ello, hay quienes no han querido perderse la ocasión de tomarse algo, generalmente también frío, desafiando los elementos.
En algunos veladores se han colocado estufas para mitigar el frío, aunque no parece que eso sea suficiente para dar un mínimo de confort.