Los salmantinos no renunciaron a su paseo vespertino en el inicio del fin de semana, pero no se vieron las calles tan abarrotadas como en fines de semana anteriores, quizá por la lluvia.
Hubo una afluencia algo menor para dar una vuelta y aprovechar para hacer las últimas compras, pero en esta ocasión, además, había más policía para aumentar la seguridad y evitar las aglomeraciones que nos han dejado imágenes tan poco edificantes.
Incluso os pasacalles organizados por el Ayuntamiento contaban este sábado con una patrulla, al menos, de Policía Local, para evitar que los padres de los niños se amontonaran a su alrededor, como el fin de semana pasado.
Los agentes velaban porque las atracciones no se detuvieran, lo cual disolvía las agrupaciones de padres con sus niños, que se veían obligados a caminar tras ellos o a su lado, sin dar lugar a amontonamientos.