El paso de Papá Noel por Salamanca ha dejado, como suele ser habitual, un rastro de residuos que se amontonaban junto a los contenedores llenos.
Sobre todo los azules, de papel y cartón, que en alnos casos acumulaban fuera casi tanto o más que en su interior.
Los servicios municipales de limpieza no daban abasto para recoger todo lo que sobraba de los regalos y demás compras navideñas y hasta pasada la media mañana seguían afanándose para limpiar el rastro de la Nochebuena en las calles de la ciudad del Tormes.