“Nos decían que hacíamos una labor fantástica pero no nos escuchaban”

Enrique Guilabert, presidente del Colegio de Médicos de Segovia, califica 2020 de “nefasto” por la incidencia del Covid-19
El presidente del Colegio de Médicos de Segovia, Enrique Guilabert, y el presidente de la Cámara de Segovia, Pedro Palomo.

 

Enrique Guilabert, presidente del Colegio de Médicos de Segovia, señaló que este colectivo se siente dañado, tras un año “nefasto” marcado por la pandemia en el que afrontaron jornadas maratonianas, sin apenas descansos y vacaciones y la administración respondió recortando sus derechos laborales. “Por una parte nos decían que estábamos haciendo una labor fantástica y por otra, no se nos ha escuchado”, subrayó Guilabert, que consideró que las autoridades sanitarias les han faltado al respeto.

 

ICAL. En la primera oleada de la enfermedad, los médicos segovianos se vieron desamparados por las autoridades sanitarias. “Segovia estuvo desbordada y además nos sentimos abandonados. La ayuda llegó, pero tarde y eso que lo reclamamos reiteradamente durante muchos días. Eso ha dejado una cicatriz que está ahí y que no se va a ir fácilmente”, afirmó el presidente del Colegio Oficial de Médicos.

La situación, explicó, obligó a prescindir mayoritariamente de la atención presencial, lo que supone una alteración de la relación habitual médico-paciente. “Queremos que se vuelva lo antes posible a la situación anterior para tratar todas estas enfermedades que también son importantes y que han estado alejadas en cierto modo de la práctica diaria”, concluyó Enrique Guilabert.

Para el colectivo facultativo, “la sobrecarga, el estrés y la angustia” fueron factores que marcaron la primera parte de la pandemia, en la que además tenían gran desconocimiento de la enfermedad, lo que motivó muchos médicos cayeran enfermos, con bajas laborales y, en algunos casos, con fallecimientos. “Con nombres propios también en Segovia como el del doctor Salustiano Orejas, ex vocal del Colegio de Médicos, que perdió la vida por el SARS Cov-2”, sostuvo.

Enrique Guilabert sostuvo que para los profesionales médicos, tan expuestos a la enfermedad, es difícil buscar las palabras que precisen “la gratitud y honra, pero también tristeza, que provoca el recuerdo del adiós de quienes dieron su vida por luchar en primera línea contra la pandemia”.

Argumentos para calificar 2020 como “nefasto”, en palabras del presidente del Colegio Oficial de Médicos. Al margen de frustrar acciones de relieve social, como la inauguración de la nueva sede o la celebración de los 125 años del Colegio Oficial, fue “un año aciago” fundamentalmente por la afección del COVID-19. “Los primeros meses de la enfermedad fueron una bofetada para toda la sociedad, que se reflejó con dureza en el colectivo médico que los vivió con angustia”, resumió.

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