La pandemia solo ha rebosado un vaso que ya estaba colmado y ahora vemos cómo la espera para operarse en Salamanca se ha convertido en una temeridad que, si nada lo remedia, acabará cobrándose muchas vidas. Hay más de mil salmantinos que llevan más de un año esperando a entrar en el quirófano.
La lista de espera para operarse no solo no aumenta, sino que baja, debido a que no se dan citas suficientes con los especialistas y, por lo tanto, no se detectan pacientes que necesitan una operación. Salamanca cerró 2020 con 5.455 pacientes esperando una operación, 46 menos que un año antes.
Los que ya están en lista de espera se eternizan en ella, corriendo el riesgo de que algo que no era de imperiosa necesidad acabe convirtiéndose en algo grave en su casa y sin remedio. Un desastre de dimensiones colosales que alimenta una sensación de abandono asistencial.
Ahora la demora media para entrar en el quirófano es de 191 días, un 50% por ciento más que los 124 días de media, un problema inhumano al que nadie le puso remedio, alimentando así la necesidad de convenios con la privada acosta de la salud del ciudadano, para mayor lucro de los especialistas, que suelen ser los mismos en la pública y en la privada.
Salamanca contaba el pasado 31 de diciembre con 102 pacientes prioridad uno (cuyo tratamiento quirúrgico, siendo programable, no admite una demora superior a 30 días, con una demora media de quince días para operarse.
Había otros 1.266 pacientes de prioridad 2 (cuya situación clínica o social admite una demora relativa, siendo recomendable la intervención en un plazo inferior a 90 días), con una demora media para operarse de 194 días (70 más que hace un año). Y eso para los que se operan, porque hay 764 que se han operado tras esperar más de los 90 días preceptivos.
Hay 4.087 pacientes de prioridad 3 esperando operación, cuya patología permite la demora del tratamiento, ya que aquélla no produce secuelas importantes, siempre que el diagnóstico haya sido acertado. La demora media para operarse en este tramo es de 194 días (casi un 50% más que un año antes), pero hay 1.720 pacientes que han de esperar más de 180 días.
Esta distribución por prioridades y demoras medias oculta un dato tremendo: el 20% de los pacientes en lista de espera (1.069) llevan más de un año esperando a operarse. Sobran las palabras.