Lara Álvarez comparte una carta de amor

Lara Álvarez. Foto. Instagram.

 

[dropcap]L[/dropcap]ara Álvarez es una de las presentadoras más queridas y admiradas de la televisión. Además, es una de las influencer más seguidas de nuestro país.

En esta ocasión, se ha atrevido a compartir una carta de amor, la que le envía Albert Einstein a su hija, que le revela que lo más poderoso que podemos compartir los seres humanos es el amor, porque ilumina a quién lo da y al que lo recibe.

Querida hija:  
Cuando propuse la teoría de la relatividad, muy pocos me entendieron y lo que te revelaré ahora, también chocará con la incomprensión y los perjuicios del mundo. 
Hay una fuerza extremadamente poderosa para la que hasta ahora la ciencia no ha encontrado una explicación. Ésta, gobierna a todas las otras y está detrás de cualquier fenómeno que opera en el universo. Es la fuerza universal del amor.
El amor es luz, dado que ilumina a quien lo da y lo recibe.
El amor es gravedad, porque hace que unas personas se sientan atraídas por otras.
El amor es potencia, porque multiplica lo mejor que tenemos, y permite que la humanidad no se extinga en su ciego egoísmo.
El amor revela y desvela.
Por amor se vive y se muere.
Esta fuerza lo explica todo y da sentido en mayúsculas a la vida. Es la variable que hemos obviado durante demasiado tiempo, tal vez porque el amor nos da miedo, ya que es la única energía que el ser humano no ha aprendido a manejar a su antojo.
Tras el fracaso de la humanidad en el uso y control de las otras fuerzas del universo, que se han vuelto contra nosotros, es urgente que nos alimentemos de otra clase de energía.
Si queremos que nuestra especie sobreviva, si nos proponemos encontrar un sentido a la vida, si queremos salvar el mundo y cada ser sintiese que en él habita, el amor es la única y la última respuesta.
Quizás aún no estemos preparados para fabricar una bomba de amor que destruya todo el odio, el egoísmo y la avaricia que asolan el planeta. Sin embargo, cada individuo lleva en su interior un pequeño pero poderoso generador de amor cuya energía espera ser liberada.
Cuando aprendamos a dar y recibir esta energía universal, querida Lieserl, comprobaremos que el amor todo lo vence, todo lo trasciende y todo lo puede, porque el amor es la quinta esencia de la vida.
Lamento profundamente no haberte sabido expresar lo que alberga mi corazón, que ha latido silenciosamente por ti toda mi vida. Tal vez sea demasiado tarde para pedir perdón, pero como el tiempo es relativo, necesito decirte que te quiero y que gracias a ti he llegado a la última respuesta.
Tu padre
Albert Einstein

A los seguidores de Lara le ha encantado que comparta este testimonio:

  • Que verdad gracias gracias gracias.
  • Me apasiona esta teoría, es más voy a ponerla en práctica ahora mismo. Laruka te quiero.
  • Gracias por enseñarnos a todos una lección que a muchos le costará aprender.
  • Es quizás de los textos más inquietantes de la historia por varias razones:
    1ª) Por ser una confesión íntima de un científico revolucionario y moderno que reconoce el amor como fuerza todopoderosa para la que la ciencia no ha encontrado una explicación.
    2º) Porque ese científico señala a la sociedad como poco avanzada para entender esta idea.
    3º) Porque reconoce que los científicos olvidan en sus estudios elementos invisibles.
    4º) Porque el amor nos da miedo al ser una energía que no podemos manejar a nuestro antojo.
    5º) Porque no sabemos dar y recibir esta energía universal, tenemos que aprender.
    6º) Porque el motor de esa energía está en nuestro interior.
    Y es inquietante por lo que significan cada una de estas razones: ¿la ciencia puede obviar el humanismo? ¿El humanismo puede suicidarse ante la ciencia? ¿El prejuicio ante el amor viene por esa misma ciencia? Y sobre todo: ¿cómo aprender a dar y recibir esa energía universal? Este es el tema más conflictivo: mandamientos, meditaciones, práctica de virtudes, lecturas de textos sagrados y textos de hombres que han alcanzado un estado de amor por encima de la media, visualizaciones, voluntad, esperanza, aceptación, conciencia de la muerte. La posibilidad de caminos que se han ido descubriendo a lo largo de la historia es enorme. El problema es que el camino se olvida de la meta y se convierte en destino de sí mismo. Se olvida que practicar una virtud es para abrir el corazón, ese motor interno del que habla Einstein. Es posible que evitar las malas acciones y procurar las que hacen felices a los demás abran el corazón, pero resulta un camino muy complicado de enseñar. La enseñanza en el amor, que supongo que tendría que haberla, sería aquella que consiguiera despertar el amor de forma natural para que fluyera libre de culpas. Cuando aprendamos a dar y recibir esta energía universal, comprobaremos que el amor todo lo vence.

 

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