El CD Guijuelo camina como colista del Subgrupo IA de la actual categoría de bronce del fútbol español sin ya posibilidades matemáticas para luchar por la Pro, esa categoría intermedia entre Segunda y Segunda B.
La derrota ante el Zamora fue un jarro de agua fría para un equipo que tiene once finales por delante, 33 puntos que debe tomarse a vida o muerte para mantenerse en la nueva Segunda B, que ya es la cuarta categoría del fútbol español y no descender hasta la quinta, que sería su perdición.
Para ello ha elegido (muy tarde) a la persona indicada, que tiene carácter y fútbol para sacar adelante esta situación comprometida. Así es la filosofía de Chuchi Jorqués, en frases, tras el partido contra el Zamora:
«El único culpable soy yo; si alguien tiene que asumir la culpa, debo ser yo. Estoy muy orgulloso de mis jugadores, no les puedo reprochar nada porque fuimos valientes».
«No voy a venir a quejarme por las bajas ni quiero excusas; tengo que trabajar con lo que tengo y lo haré hasta el final».
«Entrar en el vestuario y ver a los jugadores con esas caras, me duele; pero no por mí, por ellos. Si el problema soy yo, ésta es mi casa y no voy a ser ningún impedimento y si piensas que me tengo que ir, me iré».
«Me jode que en el fútbol no estamos teniendo esa pizca de suerte. Me siento muy orgulloso de ellos y tengo fuerza, ilusión y ganas para sacar esto adelante».
«Quedan 33 puntos por disputar; no me creo que mi equipo esté descendido. ¿Hay que hacer una recta final espectacular? Sí, pero no es el primero ni el último que lo hará».
«Cuando deje de creer y sin hacer ruido, cojo las cuatro cosas que tengo en casa y me voy; pero es que creo y tengo fuerzas e ilusión».
«Mi gen competitivo cree; es muy fácil decir ahora que Chuchi no tiene experiencia y tal… pero sé lo que trasmito y lo que piensan mis jugadores de mí y eso me llena de orgullo. es muy fácil hablar desde fuera, pero siempre asumiré mi responsabilidad».
«Mi equipo no se quiere tirar del barco y quiere luchar y a veces los detalles cuando estás abajo, se ponen en contra siempre».
«Estamos jodidos, lo dice la clasificación. ¿Qué miedo puedes tener? Yo si estoy en el campo, algún caño o vaselina habría tirado; todo lo que podamos hacer, seguro que es bueno. Tengo jugadores con mucha calidad».
«Los chavales están cansados de los golpes y remar, pero mi objetivo es hacerles creer siempre, porque si no, le vamos a dar la razón a todos los que quieren que caigamos. Y eso es mi religión, no entra. No voy a decaer porque tengo ganas, trabajo y actitud».
«Dependo de 22 chavales encantadores que luchan como titanes, pero que no están teniendo recompensa; se han merecido sumar en otros partido».