La Junta anunciará este lunes un alivio de las restricciones en algunos de los sectores más afectados por las limitaciones en vigor desde el pasado 13 de enero para contener el estallido de contagios y muertes ocurridos tras ‘salvar la Navidad’, que generaron la tercera ola.
En los dos primeros meses de esta nueva fase aguda de la pandemia Salamanca ha sufrido casi 11.000 contagios y el coronavirus ha segado 172 vidas.
El 13 de enero en vista de la que se avecinaba, como así ha sido, se decretó el cierre de los bares, que solo podían poner terrazas en el exterior en pleno invierno salmantino, los gimnasios y los centros comerciales de más de 2.500 metros cuadrados, con fuertes restricciones para los multitienda (solo podían abrir las esenciales) y de aforo.
La tercera ola alcanzó su pico de contagios una semana después y a finales de enero en las plantas covid del Hospital Clínico y ya en febrero en la UCI.
Igual que subió bajó la infección y este lunes la Junta, tras verse obligada el 16 de febrero a retrasar de nuevo el toque de queda a las 22 horas por orden del Supremo, tras tenerlo en vigor un mes, anunciará las primeras medidas de la nueva desescalada, que se pretende sea más prudente que las anteriores, que nos han conducido irremisiblemente a la pérdida de numerosas vidas humanas y paralizar la actividad no covid del hospital, con lo que esto conlleva y que aflorará dentro de no muchos meses.
Se espera la apertura de los bares con un aforo máximo del 30%, según esperan los hosteleros, a quienes les parece insuficiente para ser rentable, y está por ver cómo afectarán esas medidas a los demás sectores más señalados como focos de contagio.
Inicialmente, la desescalada iba a ser igual para toda la Comunidad, esta semana se anunció que sería por provincias, porque la mejoría no está siendo simétrica.
Salamanca llega con la incidencia a catorce días en 161 casos por cada 100.000 habitantes, lejos de los 250 que marcan el paso al nivel de máximo riesgo, y diez veces menos que a finales de enero. Es más, la provincia está a apenas 11 casos de pasar a una incidencia de nivel medio (menos de 150 por 100.000 habitantes), el nivel 2 de riesgo, cuando venimos de 4 con medidas excepcionales.
La velocidad de transmisión del virus tocó fondo el 19 de febrero, cuando cada infectado contagiaba a 0,59 personas más, y desde entonces ha repuntado hasta llegar a los 0,80 de este domingo, como a primeros de mes, según los datos de la Consejería de Sanidad.
Los indicadores epidemiológicos justificarían un alivio de las restricciones de acuerdo con el semáforo acordado entre el Gobierno y las comunidades autónomas con sus 4 niveles de riesgo y sus respectivas restricciones.
Sin embargo, los indicadores sanitarios de Salamanca llegan justos. Se cumplen en lo relativo a las camas de planta ocupadas por pacientes covid tras las 64 que han quedado libres en la última semana. Este domingo a las ocho dela mañana había 70 pacientes covid en planta, seis menos que la víspera, lo que representa el 10,84% de las camas disponibles, cuando el máximo para bajar de nivel es el 25%. No solo ha salido del nivel 4 sino que este parámetro está a punto de entrar en el nivel 2 de riesgo.
La UCI, por su parte, tiene ocupado el 28% de las camas con pacientes covid (21 este domingo), cuando debería tener como mucho el 25% para poder bajar de nivel de riesgo. Y es precisamente, la ocupación de la unidad de críticos, el indicador sanitario con más peso a la hora desescalar o no, porque se supone que con menos ese 25% podría hacer frente a un repunte de los enfermos más graves en caso de rebrote, según ha explicado reiteradamente la consejera de Sanidad, Verónica Casado.
Además, en las últimas horas, Salamanca sumó 25 contagios y una nueva víctima mortal en el hospital.