Tras el levantamiento de las restricciones en la comunidad de Castilla y León, gimnasios como Liza Fitness han abierto sus puertas después de casi dos meses cerrados; respetando el aforo al 33%, y tomando las medidas de seguridad pertinentes. Para la completa defección del material, el gimnasio pone a disposición de sus clientes desinfectantes y la sala de clases colectivas se encuentra dividida en parcelas que permiten mantener correctamente la distancia de seguridad de dos metros.
La clausura del gimnasio ha supuesto un gran esfuerzo económico, ya que, lo gastos han seguido corriendo y no han recibido ningún tipo de ayuda, también ha supuesto un gran desgaste psicológico para su propietario debido a la incertidumbre provocada por la situación actual derivada de la Covid-19.
A pesar de que mucha gente ha ido este primer día de apertura a informarse sobre los servicios que ofrece el gimnasio y, a pesar de las medidas de seguridad que se han tomado, el número de clientes ha bajado notoriamente, apenas cuentan con nuevas inscripciones, nunca llegan a completar el aforo, y a las clases colectivas apenas acuden usuarios.
Para hacer más fácil la vuelta a los entrenamientos el Liza Fitnes ha devuelto dos meses de inscripción a aquellos clientes que siguen con ellos.
Texto y fotos: María Sánchez