Los videoblogs —también llamados vblogs o simplemente blogs— son contenidos muy populares en la web, especialmente en el social media. Los hemos consumido durante más de una década y siguen teniendo gran demanda por parte de los internautas. Esto, en gran medida, gracias a sus características, encabezadas por la espontaneidad y la cercanía que transmiten.
Empresas de todos los tamaños han echado mano de este tipo de videos en sus cuentas de redes sociales, alternándolos con otros posteos. Son publicaciones refrescantes, que aseguran interacciones y ayudan al posicionamiento en redes.
La buena noticia es que la realización de un videoblog está al alcance de todo el que tenga un teléfono móvil inteligente con cámara. Esta servirá para mostrar el mundo a través de los ojos de su creador. Un buen editor de video online y mucha creatividad harán el resto del trabajo.
¿Qué es un videoblog y qué lo distingue de otros videos?
El término videoblog alude a un registro o diario de vivencias en lenguaje multimedia. El concepto es el mismo que el de los blogs online, tan visitados hace algunos años: se comparte una historia simple o una reflexión actual desde un punto de vista subjetivo. Así como los blogs, los videoblogs pueden conformar series con temas específicos. Por ejemplo, cocina, arte, viajes, política, moda…; o mezclar distintos asuntos del interés de su autor, a modo de un cuaderno de notas personal. La diferencia radica en que el vlog echa mano de recursos actualizados y puede ser mucho más dinámico.
Este tipo de contenido se diferencia porque revela al consumidor la cotidianeidad, o explica visualmente las ideas de quien lo sube. Aunque se trate de una cuenta empresarial, el video blog se siente siempre un poco íntimo. Le habla al espectador de tú a tú, buscando simpatía, entendimiento y complicidad. Su función es crear una conexión entre el consumidor potencial y la marca, bien sea por identificación con intereses en común o simplemente dejando ver el quehacer diario.
Con este tipo de publicaciones se entabla una conversación, la cual puede ser virtual con comentarios e interacciones, o presencial. Por ello, más que enseñar el producto y sus precios, se dirige al usuario: ¿qué podemos ofrecerte?, ¿quiénes somos?, ¿en qué nos parecemos a ti?… No se intenta directamente vender, aunque ese sea el propósito ulterior.
Consideraciones para la realización de videoblogs empresariales
Dentro de una campaña de video márketing, los vlogs son una herramienta que puede resultar muy útil en aras de mejorar el llamado “engagement”. No hablamos de otra cosa que la relación con los consumidores dentro de las redes sociales, con miras a que se refleje también fuera de estas.
Al hacer un videoblog para tu negocio, debes considerar lo siguiente:
Los videoblogs personales son diferentes a los de una marca
El mundo del social media ha generado un ambiente idóneo para el acercamiento. Todos pueden abrir un perfil con funciones similares para ver y mostrar lo que quieran. Los famosos, las personas comunes, las grandes firmas y los emprendimientos. Esto ha dado lugar que se desdibujen los límites entre los creadores y sus productos.
Aunque haya muchas semejanzas con contenido de corte personal, recuerda que todo lo que se haga para la compañía, tienda o negocio debe reflejar sus valores y propósitos. Los cuales son independientes de los de sus creadores y gerentes. Puede parecer una obviedad, pero se suele pasar por alto esta diferenciación, especialmente en el caso de marcas nuevas que no cuentan con asesoramiento de marketers profesionales.
El secreto es justamente planificar con cuidado lo que se piensa publicar, de modo que parezca espontáneo.
Metas realistas y claras facilitan los procesos
Todo plan inicia planteando metas, mientras más claras, mejor. Los videoblogs muchas veces se usan para exponer al cliente otros aspectos relacionados al funcionamiento de la empresa. ¿Para qué se hace esto? Como se ha dicho —por definición— estos videos propician cercanía e interacción con la audiencia, lo cual a mediano o largo plazo influirá positivamente en el reconocimiento y las ventas.
Sin embargo, los objetivos de la campaña deben ser más puntuales: dar a conocer la marca, elevar las métricas, ampliar el público target, mejorar la imagen… Especificarlos, además, permitirá luego medir los resultados.
La calidad de los videos es prioridad
El encanto de muchos vlogs viene dado por la naturalidad. Se enfatiza, por ejemplo, en el uso de cámara en mano y simplificando la postproducción. No obstante, aunque no se persiga un acabado pulido, las tomas deben ser limpias y nítidas. Los videoblogs son, sobre todo, visuales, se deben poder apreciar los detalles y estos tienen que destacar para captar la atención del espectador.
Es necesario en este sentido hacerse de los mejores editores de video del mercado actual. Clipchamp es una excelente opción, con versión gratuita de prueba y costos competitivos para distintos paquetes. Este software de edición cuenta con todas las funciones que necesitarás para un vlog interesante y llamativo: galería de efectos y fuentes, edición de audio, integración con recursos externos, diferentes formatos de salida, guardado en nube, recortes y transiciones, etc.
Los videos deben ser concisos y fieles a un mensaje
Todos hemos escuchado alguna vez que menos, es más. Quizá en otros ámbitos quepa la duda, pero en la realización de videoblogs para redes sociales es una afirmación válida. Según explican conocedores de márketing y community managers, los primeros 5 segundos de un video deben atrapar la atención del cibernauta. La duración total se estipula entre 30 segundos y 10 minutos.
Asimismo, no conviene abusar de efectos y recursos de diseño accesorios en un vlog corto. A la hora de publicarlo, el “caption” o texto al pie no tiene por qué ser demasiado extenso ni repetir lo que se pone en video. La información se presenta visualmente, acompañada de música, voz, subtítulos, etc.
Atender a la audiencia es clave
Probablemente tras postear un videoblog o subirlo como publicación temporal a Instagram, Tik Tok, Youtube, u otras plataformas, se obtengan comentarios e interacciones. Intenta responderlos a la brevedad posible y continuar así el diálogo con la audiencia. De esta forma se potencia la idea de personalización.