Mascarillas, distancia social, gel, desinfección de mesas y sillas después de cada cotización… eso es lo que se han encontrado los vocales de la Lonja de Salamanca.
Así ha sido más de seis meses después de la última vez que las mesas de cotización se realizaron de una manera presencial; lejos, muy lejos queda ese 31 de agosto, que fue la última jornada en la que los profesionales se vieron cara a cara para poder debatir sobre los precios a fijar en las mesas de cereales, ovino, vacuno de vida, vacuno de carne y porcino.
Eso sí, no lo han hecho todos los vocales, ya que muchos de ellos han preferido seguir cotizando vía WhatsApp por el riesgo que les puede suponer hacerlo en la sala de la lonja.
Todos los vocales han sido bienvenidos y parece como si el tiempo no hubiese pasado en absoluto para ellos; eso sí, las caras de felicidad fueron la nota predominante por ver que todos (o casi todos) siguen al pie del cañón intentando vencer a este maldito virus.