El discurso del PP se basa en la bajada de impuestos, pero la realidad es cuando gobierna es el que más mete la mano en la cartera del contribuyente. Ahí está el IBI, una sangría. Otro ejemplo de eso es el impuesto de matriculación, que en Salamanca está entre los más altos de España y es más caro que en Madrid.
PP y Ciudadanos mantienen el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica (IVTM) por encima de ciudades con una renta per cápita superior: un salmantino paga entre un 10 y un 20 % más por este tributo que un madrileño.
El IVTM está recogido en la Ley Reguladora de las Haciendas Locales y definido como tributo directo que grava la titularidad de los vehículos de tracción mecánica aptos para circular por las vías públicas, cualesquiera que sea su clase y categoría, considerándose como vehículo apto para la circulación el matriculado en el Registro de Tráfico, mientras no haya causado baja en el mismo. En el caso de la ciudad de Salamanca, este impuesto se regula por medio de la Ordenanza Fiscal número 2, que fija las tarifas aplicables.
La ley estatal permite a los ayuntamientos aplicar un coeficiente entre 1 y 2 a las tarifas establecidas para determinar la cuota del impuesto. En Salamanca, los diferentes gobiernos municipales del PP, ahora con el apoyo de Ciudadanos, han aplicado un coeficiente de 1,99 a las tarifas de referencia de la legislación estatal, multiplicando las cuantías casi por dos y situando la fiscalidad en la ciudad por encima de todas las capitales de provincia de Castilla y León, a excepción de Valladolid, según señala el grupo socialista en el Ayuntamiento.
Las diferencias son sustanciales y así, por ejemplo, un ciudadano de Salamanca paga un 43,17 % más por el impuesto de circulación que un ciudadano de Zamora. Incluso capitales de provincia con el salario medio más alto que la capital salmantina tienen, sin embargo, un impuesto de circulación inferior al que paga un habitante de Salamanca.
La comparación resulta especialmente llamativa al analizar la fiscalidad del impuesto de circulación en ciudades como Madrid. En este caso, un salmantino paga entre un 10 y un 20 % más por este tributo que un madrileño, a pesar de que la renta media de un salmantino dista mucho de la de un ciudadano de Madrid. Así, un turismo clasificado entre los 8 y los 12 caballos fiscales paga en Salamanca un 13 % más que en Madrid y un turismo entre los 12 y los 16 caballos fiscales, un 10% más respecto a la capital de España. Lo mismo sucede con autobuses, camiones y ciclomotores, que en todas las categorías por caballos fiscales registran tarifas superiores en la ciudad de Salamanca en más de un 20 % con respecto a las aplicables en Madrid.
A juicio de los socialistas, los datos demuestran que «la fiscalidad aplicada por el PP y por Ciudadanos perjudica a la ciudadanía de Salamanca en general y a autónomos y empresarios en particular, ya que ven cómo el pago de impuestos, como ocurre con el de circulación, es incluso superior a lo establecido en Madrid. Además, este pago de impuestos superior al de otras ciudades no repercute en el adecuado mantenimiento de la calzada en las vías públicas», por lo que los concejales del PSOE vuelven a exigir al Gobierno municipal que incremente los recursos destinados a esta finalidad.