La pandemia sigue dejando multitud de historias y vivencias, unas con final feliz y otras con el que nadie desea; quizá demasiadas.
El hospital de Salamanca es el centro neurálgico de este tipo de situaciones, con los profesionales sanitarios teniendo que vivir multitud de situaciones a las que nunca se habían enfrentado.
Una de ellas, que merece la pena leer, es la que ha hecho viral a través de Twitter el médico de urgencias del hospital de Salamanca, Jorge G. Criado, que pone los pelos de punta; esta historia es solo un ejemplo más… una de tantas:
«A pesar de todo lo que llevamos ya, ayer (30 de marzo) pasé el peor momento de esta pandemia. Atendimos a Manuel, 44 años y sin ninguna enfermedad. Llevaba 6 días sintiéndose mal y 4 con fiebre. El sábado le hicieron test A. A pesar del tratamiento la fiebre no bajaba de 39″.
«Al llegar a Urgencias tenía 67% de saturación y 40 respiraciones por minuto. Aunque no suelo hacerlo, le he hablado de tú. Estaba muy asustado y me ha parecido una buena forma de darle confianza. Manuel solo sale a trabajar y siempre lleva mascarilla (en el trabajo lleva dos)».
«El resto del día lo pasa con María, su mujer (aunque no están casados). Ella está vacunada y está asintomática. Manuel llegaba muy apurado, y tras estabilizarlo le he dicho que lo íbamos a llevar a UCI. ¿Tan malo estoy? Tenía que haber venido antes. La he liado…«.
«Estás malito, sí. Pero lo que queremos evitar es que te pongas peor y en la UCI es el mejor sitio para cuidarte. Si te cansas de respirar tan rápido, te ayudaremos con una máquina. ¿Quieres que llame a alguien para informar? – Llama a María, por favor«.
«María se ha roto cuando le he explicado lo que pasaba y que íbamos a llevar a Manuel a la UCI. – Por favor, dile que le quiero mucho y que se cuide. Y el que se ha roto entonces he sido yo. Manuel se ha ido a la UCI pero se ha llevado el mensaje de María».
«P.D.: Sólo los nombres no son reales, el resto sí (incluida la radiografía). Yo he elegido estos dos, pero podéis poner cualquiera, porque cualquiera podemos ser Manuel o María».