El presidente de las Cortes de Castilla y León, Luis Fuentes, destacó este martes que el Movimiento Comunero defendió valores que aparecen recogidos en la vigente Constitución de 1978 como “la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo”. Fuentes participó en la presentación del libro ‘Impresos comuneros. Propaganda y legitimación política al fragor de las prensas’, de Mercedes Fernández Valladares y Alexandra Merle en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca
J.M.A. / ICAL. La presentación de esta obra está enmarcada en los actos del V Centenario de los Comuneros y, según el presidente de las Cortes, su celebración en la Usal, “la más antigua de las universidades de Castilla y León, en cuyas aulas se enseñaba la filosofía de Aristóteles que sirvió de base para la Escuela de Salamanca” fue un acierto. Fuentes recordó que la efeméride también pretende desvelar las ideas políticas que motivaron un movimiento «basado en la religión cristiana, la filosofía griega y derecho romano».
“Sobre esto se discutía en todas las universidades mayores del Reino, donde arraigó el Movimiento de las Comunidades, tanto entre los profesores como entre los alumnos”, manifestó Luis Fuentes, quien situó en el centro de aquella conversación al ser humano como “ser social, dotado de razón para desentrañar los misterios del mundo y elegir el destino de su propia vida, que construiría una comunidad con los mismos derechos y obligaciones, desde el Rey hasta el lechero más humilde”.
El presidente de las Cortes insistió en que “los ilustrados salmantinos enseñaban que el hombre está destinado a vivir en comunidad porque convivir perfecciona el mero vivir”. De ahí que los Comuneros pensaran en “volver la mirada hacia el ser humano libre, un ciudadano con responsabilidad para ser un elemento activo de la política con el fin de construir una sociedad justa”, subrayó, a la vez que lamentó que “su derrota les privó de ver cómo algunas de sus propuestas fueron asumidas más tarde por el rey Carlos I”.
Luis Fuentes asumió que, con publicaciones como esta, se puede hacer un nuevo balance de este “movimiento social y político tan importante para la configuración se una España moderna que ejerció el liderazgo mundial”. “Los comuneros fueron mujeres y hombres de frontera entre dos mundos, que hace 500 años revelaron valores fundamentales, como la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo. Los mismos que se recogen en nuestra Constitución de 1978”, concluyó.
El rector Ricardo Rivero quiso destacar durante su intervención lo “apropiado” del lugar para la presentación de esta obra. “Lo es Salamanca y lo es Castila y León, espacio de sincronías entre las personas que tenemos ciertos valores recordados por la obra. Valores reflejados en el edificio en el que nos encontramos, tanto por fuera como por dentro. La fachada es un tributo al emperador, pero también emula y compensa la posición del claustro a favor de las Comunidades. En el interior, podemos leer mensajes humanistas de defensa del buen gobierno”, resaltó.
Rivero puso de manifiesto, a su vez, que a lo largo del tiempo, los valores de las comunidades, “que son los de la Usal”, continuarían. “Maldonado perdería la vida pero su esposa entabló conversación con nuestro Fray Luis de León, conservando lo mejor de un mensaje que enlaza también con la Constitución de 1812, en una asamblea en la que estaba presente Muñoz-Torrero, rector salmantino que perdería su vida por defender la libertad”.
En último término, el rector destacó la capacidad para trascender a otros lugares que tuvieron las ideas gestadas a este lado del Atlántico. “El mensaje de Salamanca y Castilla y León resonaría en las revueltas comuneras de Colombia y otros países, donde la llegada de emisarios con fines fiscales recibiría la misma respuesta con el mismo nombre: ¡Viva el rey y que muera el mal gobierno!”, zanjó.
Imprenta y conflicto
El acto contó también con la presencia de Jacobo Sanz Hermida, director de Ediciones Universidad de Salamanca (EUSAL), Enrique Cabero, presidente del CES de Castilla y León; Salvador Ignacio Rus Rufino, comisario de la exposición ‘Comuneros: 500 años’; y Purificación Galindo, vicerrectora de Ciencias de la Salud, Calidad y Política Académica, además de las autoras , que al no poder desplazarse a Salamanca por la pandemia, intervinieron a través de un mensaje grabado.
La obra, coeditada por EUSAL y la Fundación Castilla y León, estudia la importancia que tuvieron las imprentas en la difusión de este conflicto entre los partidarios del bando comunero y los realistas seguidores del emperador Carlos V. Además, junto con el libro se reproducen, en edición facsímil, ocho documentos de distintos tamaños y formatos, salidos de diferentes imprentas de Castilla y León y de los actualmente que se han encontrado ejemplares originales de la época que se conservan en diferentes bibliotecas públicas y privadas de España y Estados Unidos. La obra se presenta en un estuche en el que se incluyen el libro y la reproducción facsímil de los documentos originales.
Mercedes Fernández Valladares, responsable del primer capítulo de la obra, recordó en su discurso que “la contienda comunera se libró tanto con cartas como con armas, ya que fue una guerra de papeles en medio de un enfrentamiento ideológico cebado con tinta letras y papel”. Asimismo, Fernández insinuó que estos documentos, editados en formato facsímil por Ediciones Universidad, “han permitido arrojar luz sobre los orígenes de la manipulación de la opinión pública”.
Por su parte, Alexandra Merle, autora del segundo capítulo, destacó durante su intervención que los impresos están conferidos de una “extraordinaria importancia para la historia de la comunicación política”, ya que “resulta muy notable el uso que se hizo de la imprenta, teniendo en cuenta que la Corona no tuvo el monopolio al darse cuenta también los Comuneros de su importancia”. En definitiva, para Merle, estos documentos “son muy valiosos para poner en perspectiva la historia política y cultural del país”.