Uxío da Pena ha dejado huella en el Salamanca CF, de eso no hay ninguna duda. Incluso hasta él mismo se pregunta por qué, pero lo que está claro es que con él se ha ido un ídolo para la afición, a la que tiene entregada.
El delantero gallego habla ya desde la lejanía, de cómo ha visto el club estos dos años y cómo debe afrontar el futuro para que todo vaya bien; siempre deja muchos titulares y con un mensaje muy profundo, que el Salamanca debe utilizar para mejorar y no tomarlo como un ataque.
Cómo él mismo señala es genuino y auténtico; quizá por eso guste tanto a unos aficionados a los que manda un mensaje tan corto como contundente: «Los quiero». Uxío da Pena, al natural…
Has pasado dos años muy complicados en el Salamanca CF; ¿qué balance deportivo haces?
Deportivamente, Salamanca ha sido un punto de inflexión en mi carrera porque ha sido mi primera experiencia fuera de Galicia y todo pintaba muy bien hasta que llegó el cruzado; no me ha podido dar muchas alegrías salvo mi despedida, que fue idílica.
¿Qué te llevas en el plano personal?
Repetiría el año del cruzado antes de sufrir todo lo que he sufrido este año, fíjate; el covid me ha afectado más de lo normal en todos los sentidos y en la pandemia me he sentido muy solo, lejos de mi familia y de los míos y sin poder recibir visitas por todas las restricciones.
Fuiste uno de los jugadores que pasó la covid-19; ¿cómo te encontraste?
Tuve la suerte de ser casi asintomático salvo el primer momento cuando avisé al club por tener un poco de fiebre la noche anterior; después perdí el gusto y el olfato, pero lo recuperé rápido y volví a los entrenos con normalidad. Fueron diez días que me valieron para recargar pilas.
Has estado dos años en el Salamanca CF; ¿cómo funciona el club?
El primer año tengo que decir que viví el día a día muy poco porque me lesioné pronto, pero cuando no se reciben los pagos al día es porque hay unos problemas básicos de estructura y cosas que mejorar. Pero también hay otras cosas buenas y haciendo un balance entre ambos aspectos siempre gana lo positivo, de lo contrario no vendrían jugadores de esta categoría al club. Lo que sí animo a Manuel y a quién corresponda es a que empiecen a pensar en que el Salamanca se merece la categoría de ser un club serio, algo que hasta ahora no podemos decir.
De esas cosas positivas, ¿cuáles destacarías?
Poder disfrutar de la afición, del Helmántico, de los compañeros del club… personalmente me llevo a muchos compañeros y a grandes trabajadores como José Gallego o Manuel Fornieles, gente que marca y sienten lo que tienen que sentir por el club; sin ellos no irían nada bien las cosas.
¿Y lo más negativo?
Lo más negativo es que ha habido muy pocos meses al corriente de pagos; es verdad que yo no he tenido problemas ni me ha trastocado mis planes el hecho de no cobrar, pero he visto cómo compañeros míos sufrían; incluso he tenido que dejar o prestar dinero a alguno de ellos para poder solucionar sus problemas más urgentes porque el club no respondía. Achaco este problema a la estructura, no puede haber solo una persona en España que tenga que hacer todo en un club como el Salamanca, es imposible.
¿Hace falta una estructura más profesional?
No creo que sea eso porque hay clubes que sin esa estructura han llegado a hacer cosas importantes; hay que acertar con el director deportico, con el entrenador, con los jugadores y acertar el domingo. Vamos, lo que es el fútbol.
Lolo Escobar anunció en redes sociales que no seguía en el Salamanca este jueves; cuanto menos, sorprendente ¿no?
Si hubiese dependido de mí, lo hubiese renovado con las orejas, el rabo y lo hubiese sacado a hombros con un pastizal encima de la mesa. No me sorprende viniendo de quien toma las decisiones en España, pero me parece decepcionante para los seguidores y socios del Salamanca.
¿Por qué tomaste la decisión de irte del Salamanca?
Porque echo mucho de menos Galicia, a mi novia, a mi familia y mis amigos y el hecho de volver a sentirme importante en mi vida. Aquí en Salamanca he sufrido mucho a pesar del cariño de la afición, pero no me ha valido para ser feliz; necesito respirar norte para volver a ser el que fui.
¿Qué te deparará el futuro?
Hombre, me gustaría fichar por el Mönchengladbach (ríe); pero ahora lo único que quiero es estar en mi casa, desconectar, trabajar en el despacho (es abogado) sin tener en mente el fútbol y cuando tenga llamadas de los clubes y me ilusione, ése será el momento de elegir.
¿Qué sentiste tras marca el gol en tu último partido?
La verdad es que estaba tan metido en el partido en el gol que apenas me dio tiempo a pensar nada; estaba muy nervioso por la despedida, tenía muchas emociones como para sentir algo más. Desde el minuto uno o antes de que empezase el partido se me pasaron muchas cosas por la cabeza: alegría, tristeza, depresión momentánea… el gol se lo tengo que agradecer a Javi Navas porque se empeñó todo el año en que tenía que marcar. Estoy contento por todos los que se alegraron por mí, Ayala, Nachín, Sergio, Antonio…
Bueno, ¿pues que sentiste en el momento del cambio cuando todo ya sí acababa?
La verdad es que no tenía nada pensado y todo salió tan bien que ni me lo esperada; fue algo idílico. Cuando mi padre superó su segundo cáncer, me acuerdo que metí un gol y fui hacia la grada donde estaba y le hice una reverencia; y eso fue lo que me salió hacer el retirarme ante la afición. Lo que me han hecho sentir es indescriptible y sin merecerlo; fíjate que hasta mis compañeros bromeaban con todo eso y me decían que sin meter un gol mira cómo me quiere. La verdad es que no lo entiendo… debe ser porque Uxío es genuino, con una personalidad que engancha y puede gustar o no, pero no deja indiferente a nadie.
¿Cómo ves el futuro del Salamanca?
Con Lolo Escobar en el banquillo el fútbol profesional para el Salamanca hubiese estado más cerca; ahora, lo veo todo con mucha incertidumbre.
Viviendo lo que has vivido y sabiendo lo que sabes, ¿volverías a fichar por el Salamanca?
Sí, sin ninguna duda; lo que he vivido en El Helmántico jamás lo he sentido y es algo que no se puede pagar con dinero, lo más bonito que me ha pasado.
¿Ha habido problemas en el vestuario con los jugadores foráneos?
Yo con todos los de fuera me lleva bastante bien, la verdad; es cierto que desde el primer instante intentamos dialogar para acercarnos y aproximar sus costumbres educacionales a las nuestras, como ser puntual, respetar al compañero, cosas que son diferentes aquí y en Sudamérica. Intentamos crear un nexo de unión para llegar a un acuerdo y hasta el último día del año no lo conseguimos; pero bueno, cada uno es cómo es y ya está, no hay que decir nada más. Yo me llevo un gran recuerdo de casi todos mis compañeros y seguro que alguno también se ha decepcionado con mi comportamiento, puede ser normal.
Ya desde la lejanía, ¿qué mensajes le mandas a los aficionados?
Que los quiero… nada más.