Hace casi tres meses que el paso subterráneo de La Alamedilla abrió ‘sus puertas’ de nuevo para evitar la pasarela y poder cruzar la vía del tren por otra ubicación.
Pues bien, ha faltado muy poco tiempo para que se haya vuelto a convertir en el paso más abandonado de toda la ciudad, lleno de orines, suciedad y pintadas por doquier.
Basta con cruzar la vía por esta ubicación para darse cuenta de que los salmantinos han vuelto ‘a las andadas’ y han pensado que esta zona de paso es un lugar para hacer lo que les venga en gana.
Hace ya muchos meses que las pintadas se eliminaron de las paredes de esta vía subterránea de la capital, que está completamente dejada por las autoridades, y que presenta un estado deplorable.
A todo esto hay que sumarle el parón en unas obras, las del apeadero de La Alamedilla, que siguen acumulando un retraso tras otro y no hay ningún tipo de movimiento por parte de Adif. La situación llega a tal punto, que hasta los montones de arena allí paralizados han tenido tiempo para ver cómo florecen amapolas.
Entre el deplorable estado del paso subterráneo y el retraso en estas ‘faraónicas’ obras, esta zona de la ciudad parece de todo menos digna para Salamanca.