El Ayuntamiento ha convocado los presupuestos participativos para el próximo año, una de las herramientas de participación ciudadana, ¿pero realmente lo es? Se preguntan desde la asociación Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca
La asociación presentó el año pasado dos proyectos sin que haya tenido noticias de si han sido aprobados o no. Más bien, lo que ha ocurrido, «es que el Gobierno municipal -PP y CS- se ha apropiado de una de las ideas presentadas». Ésta consistía en la instalación de 4 mini centrales de placas fotovoltaicas, o ‘huertos solares’, en los tejados de sendos colegios, aquellos cuyos tejados fueran más favorables por la orientación y dimensiones. El objetivo: disminuir las emisiones de CO2 y ahorrar en la factura de la luz de estos centros. «La prensa publicó después la decisión del Ayuntamiento de instalar 2 mini centrales de estas características pero no en colegios, sino en otras dependencias municipales», delatan desde Comité Antinuclear y Ecologista.
La otra propuesta consistía en la colocación de casas para los gatos callejeros. Unas diez, que servirían para que estos animales vivan en mejores condiciones evitando la acumulación de basuras en estas colonias. «El presupuesto era muy modesto unos 2.000 euros. Pero lo más importante, trasladar la colonia que se encuentra en la Vía Helmántica, ribera del Tormes, ya que produce graves daños a la fauna silvestre», explican.
Con estos precedentes, la asociación se pregunta si el Gobierno municipal quiere realmente que la gente y las asociaciones participen presentando proyectos o si quiere apropiarse de ideas de otros. «Si realmente se quiere fomentar la participación, al menos debería contestar a los autores de los proyectos presentados. Tanto en caso afirmativo como negativo e indicando los motivos ¿no?».
No obstante, no se desaniman y la asociación volverá a presentar dos propuestas, «por estimar que son necesarias y perfectamente asumibles. Con un añadido: la necesidad de que el Ayuntamiento se implique en la esterilización de los gatos dado que en estos momentos lo están haciendo algunas personas voluntariamente».
Los presupuestos participativos deberían ser algo más que unas simples peticiones al Ayuntamiento para que coloque bancos, papeleras o algún jardín en casos concretos. «Deberían ser una apuesta para hacer que la ciudad fuera de todos, inclusiva, con proyectos ambiciosos sobre el modelo de ciudad que queremos; para solucionar los problemas más graves, para imaginarnos otra ciudad más habitable, cosa que no se puede hacer sin debates y sin un trabajo conjunto dentro de las asociaciones y entre éstas y el Ayuntamiento. Para llegar a todos los problemas importantes, que resultan a veces invisibles, como el tratamiento y reducción de las basuras, las personas dependientes, la movilidad, los ruidos. Pero para el Comité Antinuclear y Ecologista, este Ayuntamiento está muy lejos de querer esa participación», concluyen.