[dropcap]G[/dropcap]loria Camila tiene que andar con pies de plomo, o mejor dicho, medir mucho sus palabras, porque pueden ser interpretadas como cada espectador o lector quiera.
La hija de Rocío Jurado y José Ortega Cano tiene una difícil papeleta, por un lado adora a su sobrina, Rocío Flores, y por otro no quiere echar más leña a la hoguera de su familia, en la que por un lado está su hermana Rocío Carrasco, y por otro Antonio David y ahora, Olga Moreno, que con sus muchos comentarios en Supervivientes, hace casi imposible la reconciliación familiar.
Gloria Camila aseguró en plató que había hablado con Rocío Flores y que Olga, la mujer de Antonio David, tenía todo el derecho a contar su vida y vivencias durante su paso por Honduras, «pero como están las cosas fuera no le favorece ni a Olga dentro ni a Rocío como colaboradora. Entiendo que Olga necesite hablar de estas cosas, pero tengo 80.000 ojos encima y al final siempre se me va a criticar”.
La hija de Ortega Cano ha escrito en una de sus stories de Instagram que no ha dejado de lado a nadie, ni tampoco le han lavado el cerebro. «Lo único que ahora mismo, mental y emocionalmente no me puedo permitir mezclar, ni hablar ciertos temas».
La joven ha asegurado que seguirá opinando y hablando de Supervivientes siempre que cuenten con ella. «Espero que se me entendiese lo que quise decir y no otra cosa errónea».
No obstante, ahora lo único que le preocupa a Gloria Camila es la próxima operación de su padre, José Ortega Cano. «Gracias por los mensajes de apoyo para la operación de mi papichurri. Es lo que me preocupa ahora mismo».
