Razvan: “Tengo la impresión de que hemos sido tratados como mercancía”

Es un guijuelense más, tal y como demuestran sus cinco temporadas en el equipo salmantino y su adaptación a una localidad a la que no es fácil ‘hacerse’.

“Es mi casa”, ha dicho siempre Razvan (Galati, Rumanía, 13/03/1989), futbolista que se ve obligado a abandonar la nave ‘verde’ dejando a su paso 123 partidos con la camiseta del Guijuelo, siendo partícipe del primer y único play off de ascenso a Segunda en la historia del club, además de participar en varias ediciones de la Copa del Rey.

Se va en contra de su voluntad y porque, cosas del destino, el jugador con el que ha compartido vestuario durante todos estos años y que fuese su capitán, lo ha querido así. Jonathan Martín, el nuevo director deportivo del equipo, le comunicó que no entraba en su planes para jugar en… 3ª RFEF y ayudar al equipo a recuperar el sitio que le corresponde. “Ésa es mi mayor pena, terminar así”, confiesa en una entrevista en la que se puede hablar más alto, pero no más claro…

Cinco años después y tras dos etapas dejas Guijuelo. ¿Por qué?

Este 15 de junio por la tarde recibió una llamada del nuevo director deportivo que me confirmó que ya no entraba en sus planes porque tiene otras ideas de cara al futuro y yo no estoy en ellas.

¿Crees que hay algo personal en esta decisión?

Pues no lo sé, la verdad, no sé qué pensar; al final, teniendo las amistades que tengo, me da por pensar que sí, pero la verdad es que al final deseo pensar que ha sido solo por cuestiones deportivas.

¿Conocía la Junta Directiva la decisión de tu salida?

Bueno, por lo que yo he entendido, la decisión de que yo no esté en el Guijuelo es solo del director deportivo, ya que la Junta Directiva no sabía nada; sinceramente, creo que sí podía haber aportado mucho al club en tercera, pero veo que cada uno decide lo mejor por su propio interés.

¿Te sorprende que Jonathan sea el director deportivo del Guijuelo?

Un poco sí, no lo voy a negar, porque lo que se escuchaba es que este puesto no era una prioridad para él y creo que más de uno se ha quedado sorprendido, no solo yo. Él sabía que su carrera como jugador se terminaba y le ha llegado esto, lo que pensemos los demás da igual.

¿Cómo era tu relación con el presidente, Goyo Llorente?

Conocía a Goyo desde hace muchos años, cuando llegué a Guijuelo por primera vez y siempre he tenido una buena relación con él; pero en los últimos meses todo cambió… lo que he dicho antes, cada uno decide lo que es mejor para su propio interés.

¿Por qué cambió esa relación?

No lo sé… creo que pueden influir las amistades que yo tengo en Guijuelo. Yo he hecho amigos con el paso de los años y pienso que eso no tendría que perjudicarme y no voy a cambiar mis amistades para dejar contenta a otra gente, eso lo tengo claro. Ellos me apoyan a muerte y están siempre conmigo.

Desde Natalia y Jorge, fundamentalmente, hasta Juan Pedro, Astu, Julián o Roberto el alcalde… y más gente también.

También me llevo a compañeros y amigos como Carlos Rubén, con el que he vivido tres años, José Salcedo, José Martínez, Antonio Pino, Andi, Parra, Miguel o Mounir.

¿Te duele salir así de Guijuelo?

Sí, claro, lo dije en mi mensaje de despedida; al final, Guijuelo es el club de mi vida y pude llegar al fútbol profesional gracias a él y con la ayuda de Jorge cuando me fichó del Fuenlabrada y no tenía nada. Tengo mucho que agradecer al club, a la anterior directiva y a todos los que me han apoyado.

E irte con un doble descenso…

Sí, ha sido un poco extraño todo; creo que no hay que echar la culpa a una sola persona, porque responsabilidad tenemos todos los que hemos formado parte del Guijuelo esta temporada. Este fracaso es culpa de todos, está claro.

¿Crees que es justa la salida de Astu?

Al final, hay que buscar un culpable o responsable; creo que las cosas se precipitaron y se pudo esperar un mes más para tomar las decisiones oportunas para no vivir una situación así; lad cosas ya fueron mucho a peor.

Chuchi tampoco seguirá en el proyecto; ¿lo ves justo?

Hay que reconocer que Chuchi llegó cuando peor estábamos y nos ha dado oportunidades y confianza a todos los jugadores. Creo que no haber hablado con Chuchi o decirle a la cara que no se contaba con él no me ha parecido correcto. Desde dentro me parece mal porque ha demostrado que es válido para haber empezado un nuevo proyecto y ascender con el Guijuelo; no se le ha tratado como merece.

¿Quién crees que fue el responsable de no hablar con Chuchi y ser claro?

No lo sé, supongo que de Goyo… pero no me puedo meter en la cabeza de los directivos. He tenido la impresión, repito la impresión, de que hemos sido tratados como mercancía, no merecíamos este trato porque somos humanos y jugadores de fútbol y pase lo que pase siempre hay que ir de cara.

¿Es así toda la directiva?

No, no me refiero a ella al completo porque sé que hay gente que tenía otro pensamiento y lo que ha pasado en este último mes y medio solo ha servido para crear división… pero no meto a todos en el mismo saco.

¿Qué futuro le auguras al Guijuelo?

Me gustaría ver al club en el lugar que se merece, pero veo que las cosas se están haciendo tarde y no veo mucho movimiento; pero que nadie piense que le deseo el mal al Guijuelo, eso nunca. He vivido aquí cinco años y ojalá recupere el lugar que merece.

Y tu futuro, ¿por dónde pasa ahora?

Ahora mismo no lo sé, la verdad; estoy esperando a ver si me sale algo y si no, me plantearé otras cosas. Tengo ilusión y fuerza para poder seguir jugando y aportando mi granito de arena donde sea porque soy válido para jugar; aunque haya gente que no sabe de qué va el fútbol y diga que no estoy para jugar ni solteros contra casados o en cafeterías. Si este año he jugado 20 partidos, será por algo.

¿Cuáles son tus mejores recuerdos del Guijuelo?

El primero, sin duda, el play off; luego, los dos años de Copa que viví y, en tercer lugar, el fichaje por el Alcorcón gracias a mi temporada en el Guijuelo.

Imagino cuál será tu momento más amargo…

Sí, no hay duda… me sabe mal terminar así, dejando al Guijuelo en Tercera y no poder ayudar a que recupere el sitio que merece.