«Parece que el Centro del Cáncer no le preocupa mucho a Mañueco»

El mundo de la investigación ha lanzado su enésimo ‘SOS’ para que este sector sea dotado con los recursos necesarios para ser pionero en el resto de Europa y el mundo.21

Muchas veces nos preguntamos si los investigadores o científicos son lo suficientemente buenos y de verdad están preparados, y la respuesta es rotunda: sí. «Tenemos una comunidad científica muy envejecida, personal más joven con puestos muy inestables y una financiación pequeña que no permite acometer de forma competitiva proyectos que tengan urgencia«.

Así de contundente se muestra el prestigioso investigador del CIC de Salamanca y profesor del CSIC, Xosé R. Bustelo, quien tiene claro el potencial español. «Un centro de investigación es como una planta, necesita abono permanente para crecer y mantenerse vivo».

Pide que se le dé la importancia que requiere al Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, no solo por la labor científica, también por la captación de talento y el empleo directo e indirecto que puede generar.

Reclama ayuda a la Junta de Castilla y León y el encuentro prometido (que no llega) al presidente Alfonso Fernández Mañueco, porque urge la financiación; sin gasolina es imposible que el coche pueda arrancar… aunque sea el mejor del mercado.

¿En qué dirección camina la investigación oncológica en España?

En eso se está alineando con el resto del mundo. La clave es comprender aspectos clave aún desconocidos que afectan mucho a la supervivencia de los pacientes, como es el proceso de diseminación de las células cancerosas desde el tumor original a otras partes del cuerpo, la evolución molecular de los tumores a lo largo de su desarrollo y durante respuestas a terapias o el fenómeno de resistencia a terapias.

Desde el punto de vista más clínico, hay que clasificar mejor a los pacientes en función de las características moleculares específicas de sus tumores y desarrollar nuevas terapias. Esto último, está ligado íntimamente al desarrollo de la medicina personalizada que, más pronto que tarde, tendrá que empezar a ser incorporada a la práctica clínica habitual de todos los servicios de oncología.

¿Reciben el suficiente apoyo de las instituciones para desarrollar proyectos importantes?

Es obvio que no. Los presupuestos científicos actuales en España son similares a los que se tenían hace más de diez años. En estos momentos, se puede decir que hay algún tipo de proyecto de investigación que es imposible hacer en España por culpa de esta magra financiación.

Solo nos salva el que se puede captar financiación de fuentes privadas, organizaciones de pacientes como la AECC y, sobre todo, de agencias internacionales.

Y no es solo en investigación preclínica, en España hay un déficit muy considerable en el desarrollo de ensayos clínicos iniciados por investigadores por culpa de herramientas de financiación adecuadas. Y no es que seamos tontos. Como ha puesto de manifiesto el Informe sobre la Investigación del Cáncer de la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (Aseica), los investigadores españoles están a la cabeza en Europa en la organización de ensayos clínicos financiados por las empresas biofarmacéuticas.

Hace poco, se quejó de que Mañueco no se reunía con el CIC de Salamanca; ¿se ha producido ese encuentro?

No. Ni se ha contactado para establecer una reunión que, por cierto, se lleva solicitando desde hace tiempo.

Si no se ha producido; ¿por qué cree que no ha sido así? ¿No es lo suficientemente importante?

Pues se lo tendrán que preguntar a él directamente. Dado el interés mostrado hasta ahora, parece que mucho no le importa a pesar de que el Centro de Investigación del Cáncer es el único centro de investigación de excelencia que ha sido reconocido por su propio gobierno.

¿Cree que la Junta puede ayudar mucho más de lo que lo hace?

Por supuesto; esto ha sido una reivindicación permanente del Centro, donde siempre hemos pedido una financiación similar a la que otras comunidades autónomas dan a centros de una entidad similar. El Centro necesita, de forma perentoria, financiación estructural estable para mantener sus servicios técnicos de forma óptima y estable. Y también la necesita para poder atraer de forma efectiva a talento joven para mantener su competitividad científica a nivel internacional.

Y que conste que no pedimos una financiación sin garantías de productividad, siempre hemos solicitado un convenio en donde se especifique qué criterios tenemos que cumplir para que dicha financiación se mantenga en el tiempo.

Me gustaría recalcar aquí que la importancia de apostar por el Centro de Investigación del Cáncer no es solo por su tarea investigadora en cáncer tanto a nivel básico como clínico. Tener un centro de investigación potente favorece también a la ciudad y entorno en que está: se crea empleo de calidad, se permite que jóvenes de nuestra región puedan desarrollar su formación sin marcharse de aquí y es una fuente de recursos para otras empresas. Y también contribuye a crear empleo a través de la generación de empresas, tal como ya se ha hecho a lo largo de estos años.

 Al margen de las instituciones, ¿cree que la sociedad considera importante la investigación contra el cáncer?

Yo creo que sí, y así lo apuntan encuestas recientes. Y, permítame decirle que, a pesar de los sinsabores que lleva asociada la investigación en este país en muchos casos, lo más gratificante de esta profesión es ver el apoyo que los pacientes de cáncer y sus familiares nos dan cada día.

Siempre se ha dicho que España y Salamanca, son una gran cantera de investigadores, pero que se tienen que ir fuera del país si quieren progresar. ¿Ha cambiado eso ahora?

Las estadísticas en esto tampoco mienten, los jóvenes formados de esta ciudad se siguen marchando fuera de aquí. Como muestra un botón: mis dos hijos están fuera de aquí en estos momentos. Y lo mismo pasa en la mayoría de mis conocidos.

Dicho esto, creo que conviene matizar las cosas: en el campo de la investigación los jóvenes científicos sí deben moverse entre varios sitios para obtener una formación científica óptima. El problema no es ése, el problema es que una vez formados no pueden volver por falta de oportunidades.

Y es una pena; Salamanca, por ejemplo, tiene todas las características como para poder ser similar a otras ciudades que han apostado por la ciencia y la innovación como pueden ser Princeton, Oxford o Heidelberg. Y hay ciudades suizas de menor número de habitantes que nosotros que están a años luz de nosotros en este aspecto.

¿Ve normal que un político cobre mucho más que un investigador?

No tengo una opinión sobre esto. Dependerá qué cualificación tenga y qué responsabilidad tenga. Eso sí, lo que me enerva es ver a enchufados de los partidos como “asesores” en puestos de responsabilidad sin profesión reconocida y que cobran bastante más que gente joven que se ha esforzado en estudiar y trabajar, en ciencia o en otras profesiones.

Es usted uno de los investigadores más reputados y con más impacto del mundo; así lo corrobora la universidad de Stanford. ¿Por qué?

Bueno, ¡igual es porque me estoy haciendo viejo! Fuera de eso, ese índice valora la trascendencia de las investigaciones que un científico específico tiene en el resto del mundo. Lo que significa, por tanto, es que la ciencia que hacemos es competitiva y tiene impacto. Que conste que no es mérito mío: en la ciencia se trabaja en un entorno altamente cooperativo y de equipo. Al final, es el mérito de todos aquellos que han trabajado en mi laboratorio a lo largo de todos estos años.

El CIC de Salamanca, ¿cree que tiene el reconocimiento que merece?

Creo que a nivel social sí lo tiene, tanto en el entorno de la ciudadanía como de las personas que han sufrido o sufren el cáncer. Desde el punto científico, también lo tienen a nivel nacional e internacional, como lo demuestra, por ejemplo, el gran número de iniciativas científicas que son coordinadas desde el Centro por nuestros científicos. A nivel político y de financiación regional, lamentablemente no.

¿Necesita más recursos humanos y materiales?

Sí. Un centro de investigación es como una planta, necesita abono permanente para crecer y mantenerse vivo. Ya he apuntado en una pregunta previa el por qué eso es importante a nivel de Centro y de su entorno de ciudad.

¿Qué proyectos de relevancia lideran en el CIC de Salamanca?

El centro hace investigación tanto básico como clínico sobre diferentes tipos tumorales. También se prestan servicios de diagnóstico, banco de tumores y cáncer familiar que son de interés para toda nuestra comunidad autónoma y, en algunos casos, para todo el país.

Tras 21 años de funcionamiento, ¿qué futuro le augura a este centro de investigación?

Aquí todos trabajamos para que ese futuro, pese a las dificultades, sea brillante. Esto es una de las grandes características del centro, que todos estamos implicados en que este proyecto se mantenga vivo y que crezca lo más óptimamente posible.

Visto lo visto con la Covid-19, ¿cree que España es un país puntero en investigación? ¿Faltan recursos?

España es un país puntero en investigación y, sobre todo, en la calidad de sus científicos. Pero la Covid-19 ha revelado sus deficiencias: una comunidad científica muy envejecida, personal más joven con puestos muy inestables y una financiación pequeña que no permite acometer de forma competitiva proyectos que tengan urgencia.

La culpa de no haber desarrollado aquí una vacuna no es de los científicos, es que los responsables gubernamentales han abandonado la ciencia a lo largo de estos últimos años y que, incluso en situaciones límite como ésta, ni siquiera se atreven a poner una financiación adecuada para que los proyectos se puedan llevar a cabo de forma óptima. Esto en el área de cáncer lo llevamos arrastrando años.

¿Algún día se ganará la batalla contra el cáncer?

Sin duda, sí; pero batalla a batalla y paso a paso. No habrá una bala mágica que los elimine a todos.