La variante Delta del coronavirus, popularmente conocida como cepa india, será predominante en España a lo largo el verano, aunque eso parezca ahora algo lejano porque en Castilla y León la británica sigue siendo predominante con un 65% de los casos (el 85% hace una semana), aunque las variantes india y sudafricana avanzan rápido.
Además de su mayor velocidad de transmisión (cada infectado contagia al doble de lo que contagia la británica) ofrece alguna resistencia mayor a las vacunas que conocemos, aunque de momento sirven para prevenir la enfermedad grave, severa y la muerte. No solo eso, sino que es probable que la vacunación ralentice la propagación de todas las variantes y reduzca las probabilidades de que surjan nuevas y aún más peligrosas.
Mientras tanto, la variante Delta se manifiesta con otros síntomas propios, ya que genera más secreción nasal y mucosidad, un síntoma que no era demasiado característico en la cepa original, así como dolor de garganta, tal y como asegura el epidemiólogo del King ‘s College de Londres, Tim Spector.
Las personas contagiadas con la variante india pueden tener menos tos y tampoco es tan habitual la pérdida del olfato, como sí provocan otras mutaciones del SARS-CoV-2 y que había sido uno de los signos de alarma característicos de esta enfermedad.
El dolor de cabeza también parece ser otro síntoma muy común del contagio con esta variante. El experto, que dirige el estudio ‘Zoe Covid’, asegura que la sensación al contagiarse con esta cepa es «más como un resfriado fuerte» para las personas más jóvenes.