Los pacientes salmantinos que reciben el tratamiento de yodo radiactivo para tratar su enfermedad tienen, desde ahora, que desplazarse a Burgos para someterse a la terapia
El motivo por el que tiene que atendidos en Burgos, es porque estos pacientes generan residuos orgánicos radiactivos durante los días que están ingresados, de tres a cuatro, y los restos biológicos que generan requieren un almacenaje especial y deben estar custodiados durante unos meses.
Como está previsto que derriben el edificio del clínico en los próximos meses, quizá a lo largo del 2022, estos residuos no se podrán almacenar en Salamanca, porque para avanzar en la demolición del edificio, el clínico debe estar libre de esos residuos orgánicos radiactivos, según explican fuentes del hospital.
En la capital burgalesa estarán ingresados tres o cuatro días. Eso sí, desde el hospital aseguran que los llevan y los traen a Salamanca. Los acompañantes tendrían que pagarse de su propio bolsillo el viaje y la estancia en Burgos.