[dropcap]A[/dropcap]na Sánchez, neumóloga del servicio de Neumología del Complejo Asistencial de Salamanca, analiza cómo ha transcurrido estos meses de pandemia, cómo mejorarían el nuevo hospital y le pide a los salmantinos que se cuiden. «Queremos tener una UCRI -Unidades de Cuidados Respiratorios Intermedios- por si la necesitan, pero preferimos que no tengan que utilizarla».
¿Cuál es el papel de los neumólogos frente a la Covid?
La afectación más frecuente y grave que han presentado estos pacientes es respiratoria: una neumonía bilateral que causa insuficiencia respiratoria. Los neumólogos conocemos muy bien la insuficiencia respiratoria y cuál es su manejo. De forma general el tratamiento que más se ha empleado es la oxigenoterapia convencional, pero en un número elevado de pacientes ha sido preciso utilizar otros tipos de soporte respiratorio no invasivos distintos a la oxigenoterapia convencional como los sistemas de alto flujo o la Ventilación Mecánica No Invasiva (VMNI).
¿Cuándo ingresaban los pacientes en la planta de Neumología?
Ingresaban pacientes con insuficiencia respiratoria grave que necesitaban soporte ventilatorio para poder respirar. Al principio, en la primera ola de la pandemia, no se permitía el uso de ningún soporte respiratorio no invasivo por miedo a la diseminación del virus, pero la gravedad de la situación, con las UCIs colapsadas, obligó a utilizar terapias respiratorias no invasivas que aliviaron la carga asistencial de esas unidades. En nuestro servicio fue preciso desdoblar la atención para pacientes no Covid y para pacientes Covid, lo que obligó a una reorganización completa del mismo y a aumentar las horas de trabajo, con turnos de 12 horas y guardias de 24 horas.
Muchos servicios de Neumología reconvertimos en tiempo récord una parte de las camas habituales de hospitalización en verdaderas UCRIs, ósea Unidades de cuidados respiratorios intermedios.
¿Qué son las UCRIs (Unidades de Cuidados Respiratorios Intermedios)?
Una UCRI es un área donde los pacientes con insuficiencia respiratoria grave están monitorizados las 24 horas del día y reciben asistencia con un soporte respiratorio no invasivo como la oxigenoterapia de alto flujo (OAF), los sistemas de presión positiva continua (CPAP) o ventilación mecánica no invasiva (VMNI). Son pacientes que no pueden ingresar en la UCI pero que, por su gravedad, tampoco podrían recibir cuidados adecuados en una unidad de hospitalización convencional. Se trata de una unidad “puente” entre la hospitalización habitual y la UCI, evitando que al paciente se le intube.
¿Qué criterios debían cumplir los pacientes con Covid para poder ingresar en la UCRI?
Cualquier paciente era subsidiario de ingresar en la UCRI. Fundamentalmente se atendía a pacientes que precisaban concentraciones de oxígeno superiores al 40% o que presentaban mucha sensación de disnea (ahogo) o gran trabajo respiratorio y que, por sus características no podían ingresar en la UCI en ese momento. En el caso que existiese un empeoramiento de su situación clínica, contactábamos con los compañeros de Cuidados Intensivos y Anestesia para valoración de ingreso en sus unidades.
¿En qué consiste la ventilación mecánica?
La ventilación mecánica es un procedimiento que emplea un aparato mecánico para ayudar a respirar al paciente mientras se corrige, o se intenta corregir, la causa de su insuficiencia respiratoria. Hay dos tipos fundamentales la ventilación mecánica invasiva (VMI) que se realiza habitualmente en las UCIs, REAs, quirófanos y la no invasiva (VMNI).
¿En qué se diferencian la ventilación mecánica invasiva y la no invasiva?
La primera exige intubar a un paciente, en la segunda no es preciso intubarlo. Los neumólogos utilizamos fundamentalmente la no invasiva.
¿Cuáles son las principales ventajas de la ventilación mecánica no invasiva?
La principal ventaja es que se utiliza una mascarilla que se fija en la nariz o en la nariz y boca del paciente de manera que administramos presión positiva sin necesidad de intubación, manteniendo conscientes a los pacientes y evitando complicaciones, como por ejemplo infecciones respiratorias u otros problemas asociados a cualquier procedimiento invasivo o encamamiento prolongado.
¿Desde cuando se utiliza la VMNI?
Desde los años noventa. Su empleo supuso una revolución en el tratamiento del paciente con insuficiencia respiratoria aguda y fracaso ventilatorio. Además, paralelamente a su uso en los hospitales se desarrolló la ventilación mecánica domiciliaria en pacientes con insuficiencia respiratoria crónica. Por tanto, hoy día se aplica a todo el espectro de pacientes con fracaso ventilatorio, agudo o crónico.
¿En qué situaciones utilizan la VMNI en su servicio de Neumología?
Los neumólogos la utilizamos a nivel hospitalario en situaciones de insuficiencia respiratoria aguda (aquellas que se producen de una forma rápida) y también en situaciones de insuficiencia respiratoria crónica donde utilizamos soportes ventilatorios domiciliarios controlando a nuestros pacientes en la consulta externa sin necesidad de ingreso.
¿Qué personas son subsidiarios de VMNI?
Cualquier paciente con una alteración ventilatoria es subsidiaria de valorar la utilidad de terapias de soporte respiratorio como la ventilación no invasiva. A nivel domiciliario tenemos muchos pacientes con patologías crónicas tan prevalentes como la EPOC, o enfermedades neuromusculares como la ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica). A nivel hospitalario, en situaciones agudas como infecciones o el edema agudo de pulmón. También se emplea para facilitar la salida de la UCI de muchos pacientes una vez extubados.
¿Continúan utilizando la UCRI en pacientes no Covid en la actualidad?
Antes de la pandemia no disponíamos de UCRIs reconocidas en ninguna de las provincias de Castilla y León, se carecía de la infraestructura necesaria (tanto material como personal). Durante la pandemia se crearon UCRIs ‘provisionales’ en muchas provincias de la comunidad, al igual que ocurrió en nuestro hospital, pero aún estamos lejos de la implantación y el desarrollo que tienen estas unidades en grandes hospitales de otras comunidades.
En Salamanca, antes de la Covid, disponíamos de una unidad de ventilación mecánica no invasiva con recursos técnicos y humanos escasos. Llamarla UCRI era ‘excesivo’. En la actualidad disponemos de mayor dotación tecnológica pero el personal sigue siendo insuficiente, tanto neumólogos como enfermería.
¿Y en el nuevo hospital tendremos UCRI?
El nuevo hospital no contemplaba una UCRI como tal y por ello inicialmente no se habilitó un espacio propio; posteriormente se está habilitando una parte de las propias habitaciones de la planta de respiratorio, con los inconvenientes que significa que no están diseñadas para esta función y por tanto no cumplen los requisitos recomendables que debe cumplir una UCRI diseñada como tal desde el principio. Aún estamos a la espera de que se acometan las obras necesarias para que puedan utilizarse algunas habitaciones con dicho fin. Está claro que el Hospital Universitario de Salamanca debe tener una unidad de cuidados respiratorios intermedios.
No obstante, además de las obras que aún es preciso realizar, es también necesario contar con personal sanitario preparado, especialmente, enfermería. La enfermería es fundamental para poder atender a estos pacientes 24 horas al día, como han demostrado sobradamente durante la pandemia. Por el momento continuamos con un número insuficiente de personal que, al final, es lo que realmente hace que funcione una unidad de estas características, para poder ofrecer los cuidados de calidad que merecen nuestros pacientes. Obviamente este, al igual que las obras de adaptación, es un problema que se tiene que resolver necesariamente antes del traslado al nuevo hospital y no queda mucho tiempo. Con los recursos tecnológicos, que ya tenemos, necesitamos recursos humanos adecuados.
¿Estas unidades son rentables para el sistema sanitario público?
Las UCRIs han demostrado sobradamente que son estructuras con una relación coste-efectividad muy favorable si se utilizan para tratar a los enfermos que requieren unos cuidados respiratorios especializados. Su existencia reduce la mortalidad en las salas de hospitalización y las readmisiones en UCI, y consigue que estas dispongan de más camas libres que puedan emplearse de forma más apropiada. Además, también son rentables desde el punto de vista económico, puesto que reducen los costes asistenciales. Hoy no es posible concebir un hospital sin una UCRI, el de Salamanca tampoco.
¿Cómo se encuentran en estos momentos anímica y físicamente?
Estamos cansados, defraudados por muchas cosas, y con miedo de volver a vivir situaciones tan duras como las que hemos afrontado en una ‘nueva ola’ que sería la sexta.
A pesar de todo, estas experiencias tan duras nos han unido. Hemos trabajado codo con codo muchos especialistas, desde el Servicio de Urgencias, Cuidados intensivos, Anestesia, Medicina Interna, Cardiología, y con todo el personal del hospital que ha asumido el resto de carga asistencial no Covid.
Dentro del Servicio de Neumología, a pesar de la dificultad de lo vivido existe mayor unión y complicidad entre el personal médico, enfermería, TCAE, celadores, limpieza… y sobretodo una gran ilusión por continuar con un proyecto que se inició a contra reloj y que esperamos poder culminar en beneficio de los salmantinos, que no es otro que tener una UCRI como la que se merece este hospital y los salmantinos.
¿Cree que pueda existir otra ola como alguna de las anteriores?
Yo creo que igual que las anteriores no. Hemos aprendido muchísimo en todos estos meses. Al principio íbamos por detrás del virus y en la cuarta ola el éxito de los resultados y de la disminución de fallecimientos sin lugar a dudas fue gracias a lo que conocíamos del virus, las vacunas y los tratamientos. A pesar de que cada vez tenemos a más población vacunada no debemos relajarnos y tenemos que continuar con las medidas que a día de hoy sabemos que funcionan.
¿Un último mensaje a los salmantinos?
Si, pónganse la vacuna, lávense las manos, mantengan la distancia de seguridad y utilicen siempre la mascarilla en interiores y también en exteriores cuando no se pueda garantizar la distancia de seguridad, por ejemplo, en las terrazas en muchos casos. Queremos tener una UCRI por si la necesitan, pero preferimos que no tengan que utilizarla.