El Ecyl del barrio de San José de Salamanca, el que tendría que tener como actividad fomentar el empleo, viene destruyéndolo en el servicio de limpieza que se subroga cada cierto tiempo por medio de licitaciones de empresas privadas, favoreciendo la privatización a costa del contribuyente.
Desde hace 29 años, cuando la primera limpiadora se jubiló se fueron reduciendo las jornadas sin que nadie hiciera nada para evitar que esto sucediera, según indican fuentes de los trabajadores.
De 38 horas semanales (jornada completa por convenio) se quedaron en 15 con la nueva limpiadora sustituta.
La siguiente limpiadora que se jubiló con jornada completa también fue sustituida por otra con 20 horas semanales.
La siguiente con 10 para una limpiadora que ya tenía 15 y la última con 28,5.
En julio de este año los trabajadores fueron subrogados con una empresa que licitó con el total que tenían hasta ese momento.
En noviembre se jubilará un trabajador con jornada completa (38 horas semanales). Mientras disfruta de los tres meses que le corresponden por convenio, se le sustituye con 18 horas menos a la semana.
Como en las otras ocasiones, “está siendo evidente que la sustitución se reducirá a 20 horas semanales”, temen los trabajadores.
En resumen, se han destruido 96,5 horas semanales, 4.632 horas anuales (más de dos jornadas y media completas).
“Desde hace 29 años no podemos llevar a cabo nuestra tarea de limpieza como se debería. Tanto las empresas como el centro miran para otro lado. Ahora nos piden que limpiemos las zonas que hacía nuestro compañero vulnerando claramente nuestros derechos”, indican.
Critican que mientras en otras administraciones con el problema de la pandemia se ha subido el horario del servicio de limpieza, aseguran que en este centro se reduce.
“Las empresas, no solo se benefician de las jubilaciones, sino también de la reducción de jornada sin que el cliente (la administración) haga nada, yendo en contra del acuerdo marco”, agregan antes de precisar que “en vez de apoyar a los trabajadores y exigir el cumplimiento del contrato, se nos amenaza veladamente”.
Todo esto ha repercutido en que el personal de limpieza tenga sobrecarga en su trabajo y no pueda realizarlo con la exigencia que se requiere, según denuncian.
“Nos vemos desbordadas por los recortes sucesivos de horas. Es vergonzoso que en un centro donde se tendría que crear empleo, se destruya”, finalizan.