[dropcap]A[/dropcap]pasionada del Siglo de Oro, M.J. Asensio ha querido que sus lectores disfruten tanto como ella con personajes como Velázquez, Cervantes, Shakespeare, Leonardo,… No es un libro histórico, pero tiene mucha historia. Es un libro de aventuras, de pérdidas, de crecimiento… En ‘Keswick y el destino de la espada’, segundo libro de la saga, el primero fue ‘Keswick y el árbol de la vida’, la fantasía y la Historia con mayúsculas se entremezclan en una trepidante trama donde el crecimiento personal de los personajes cotiza al alza
M.J. Asensio parece que en su segundo libro ‘Keswick y el destino de la espada’, el Siglo de Oro tiene muchas importancia…
Sí, siempre me ha fascinado que en esos años hubiera tanta grandeza en las Artes. De alguna forma, enlazo lo que es el Siglo de Oro con una buena aventura. Llevo al lector a que se adentre en el camino de la Atlántica descubriendo a través de escenarios reales, como puede ser el Museo Británico, donde se libra una batalla en la que participan Velázquez, con sus Meninas, o Leonardo Da Vinci -Piero -, con su alumna la Mona Lisa. Con ello, quiero conseguir que el lector -en su mayoría público infantil y juvenil- se interese por quiénes son esos personajes.
Va a crear un conflicto diplomático si el museo del Prado le cede Las Meninas al Británico…
(Risas) Solo se lo prestan.
En ‘Keswick y el destino de la espada’. ¿Habrá pérdidas?
Sí. He querido que en el libro estuviera reflejado el sentimiento de la euforia, de la diversión, del amor, que tiene su importancia, pero también el de la tristeza, para que los lectores sepan afrontarla y aceptarla.
¿Cree que la tristeza es una emoción que apartamos con la idea de que todos tenemos que ser felices en todo momento?
Creo que es importante canalizar la tristeza porque te enfrentas a pequeños o grandes problemas y hay que saberlos sopesarlos y gestionarlos.
¿Cómo ha llevado usted como escritora estas pérdidas literarias?
He tenido unos duelos buenos. Vivo cada personaje y con algunos empatizo mucho.
¿Ha disfrutado escribiéndolo?
Mucho. Hay un capítulo que transcurre en el Reino de los Vientos, donde los dos capitanes, el de los Tornados y el de los Tifones, le hacen muchas perrerías a los habitantes del Reino de los Dragones. Los cuatro reinos se llevan muy bien, pero los del Viento son un poco ‘tocanarices’. (Risas)
¿Con qué Reino se ha sentido más satisfecha?
Quizá con el que más he disfrutado ha sido con el Reino de Gea, la Tierra. Me he explayado con las descripciones de los paisajes.
En su libro aparece Merlín, la espada,… ¿Hay un Camelot?
Sí. Es la fortaleza, el destino, la madurez,… en el primer libro todos los personajes comenzaron siendo niños. En la segunda entrega de la saga, gracias a los logros, trabajos, fatigas, pérdidas y trampas, se convierten en héroes, porque les cuesta muchos ‘mundos’ y aventuras llegar hasta la última páginas. Para mí Camelot sería su destino, pero en cuento a la madurez, el que acepten su destino, sea el que sea.
¿Se licencian en la academia de Keswick?
Sí, con este libro se acaba la saga. He exprimido tanto la imaginación con este segundo libro, que hasta yo misma me sorprendo. Ha sido fascinante, por eso quiero dejarlo ahí. Sé cuando tengo que terminar con una saga y empezar otra.
¿Alguno de ellos la acompañará en otros libros?
Seguro que sí, más de uno.
Una curiosidad. En ‘Keswick y el destino de la espada’ hay ilustraciones de Marina Duro. ¿Cómo ha sido el trabajo?
Maravilloso. Marina es una gran profesional con la que he tenido una química increíble. Con dos o tres características que le daba, era como si se metiera en mi mente, porque reflejaba lo que me había imaginado.
En este libro, le da al lector informaciones extra, entre ellas habla de Sofonisba Anguissola. ¿Qué tiene de especial esta mujer para usted?
Sofonisba, a la que tuteo, porque tengo mucha confianza con ella (Risas), es una gran artista, que dentro del Renacimiento fue muy importante como retratista. La admiro mucho porque es una mujer que abrió puertas para que otras mujeres tuvieran la oportunidad de pintar. En ‘Keswick y el destino de la espada’, sus pinturas mágicas tienen una gran importancia.
Salamanca también tiene un hueco en este libro…
Sí, con Ieronimus. No sabemos lo que tenemos en Salamanca ¡Qué maravilla! A Atlas -uno de los personajes que tiene el gran peso del firmamento-, pronuncia una palabra mágica y es: ‘Ieronimos’. Al pronunciarla se abra la puerta donde están los Incunables. Esa puerta es la entrada a la Biblioteca, que no es otra que la de nuestra Universidad, cuyo librero es William, y ahí trabajan los siete sabios…
¿Es una aventura muy cultural?
Sí, porque se refleja la aventura de leer… En esa Biblioteca se recoge la Sabiduría, el Arte y la Cultura a través de los siete sabios. Le abro la puerta al lector a otros mundos y a la curiosidad.
Hay que leer el libro con Google abierto…
(Risas) Un poco, porque desde las primera páginas aparece Cervantes, la montaña de Lepanto, donde está la espada del guerrero, Velázquez, Shakespeare, pero también Atlas, Epicuro, Poseidón,… Así al lector lo llevamos a mundos imaginarios, a través de personajes reales. He tratado que los lectores se diviertan, aprendiendo.
**** M.J. Asensio presenta este viernes 15 de octubre a partir de las 19.30 horas en la librería Santos Ochoa su segunda novela ‘Keswick y el destino de la espada’
