Carta a Irene Villa

Irene Villa y su madre, Mª Jesús González. Foto.Instagram.

 

[dropcap]I[/dropcap]rene Villa y su madre sufrieron un atentado de ETA hace 30 años, donde perdió las dos piernas y parte de una mano. La escritora  ha querido dar las gracias por todas las muestras de cariño y respeto que ha recibido. Además, ha compartido una carta que le mandaron desde la Fundación Dadoris. «Fui a transmitir ilusión y alegría a vuestros universitarios y me llevé una gran sorpresa y mucho amor, lo que pude llorar con esta carta».

Querida Irene

Hemos querido regalarte un ramo con 30 rosas blancas. Una por cada año de amor, de perdón, de alegría y de ejemplo que tú nos has regalado.

Que hayas querido celebrar tu 30 cumpleaños, esta fecha tan especial donde se ensalza la vida con nosotros es un honor que no olvidaremos, que además lo hayas hecho de una forma tan generosa no hace más que añadir valor a la maravillosa persona que eres.

Hemos querido que sean blancas porque el color blanco representa la pureza y la inocencia y esto es lo que tú nos has transmitido a los mayores desde que te vimos postrada en aquella cama de hospital, y a nosotros, los jóvenes, desde este día en que has entrado de lleno en nuestra vida.

Gracias Irene, todos nosotros tenemos historias duras y de superación, situaciones difíciles que superar, pero el haber conocido tu historia nos ha dado alas, fuerza, esperanza y ejemplo. Te prometemos que todos sin excepción vamos a llegar a nuestras metas, como tú has hecho.

En el amor regalar un ramo de rosas blancas es símbolo de querer transmitir a la pareja que se espera un relación amorosa sólida, estable, pura y eterna. Y eso es lo que nos gustaría transmitirte. Hoy hemos iniciado una relación que esperamos sea larga y sólida entre nosotros, los premiados de Dádoris y tú Irene, que eres una bandera a seguir. Estas rosas significan también lealtad, y tú has sido y eres leal a tus principios, otra idea que incorporamos a nuestras vidas.

Y por último, son las flores por excelencia para hacer un homenaje, y en esto queremos que se convierta nuestro obsequio, un homenaje para ti, para tu madre y tu familia, un reconocimiento a tu valor y a tu fuerza, un tributo a tu vida, tu valentía, tu generosidad.

Hoy, para todos nosotros ha nacido una heroína.

Querida Irene, Gracias de todo corazón.

 

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