Los vecinos de Aldeadávila miran al cielo con resignación y casi pidiendo que no caiga una gota de lluvia más, porque la escorrentia puede hacer que la calle se hunda aún más.
Los más de cincuenta litros que cayeron en Aldeadávila este fin de semana provocaron que parte del pavimento de un de las calles del municipio se desplomara y se llevara por delante tuberías, entre ellas las de desagües y parece que las viviendas están vertiendo sus desechos directamente a la finca de abajo, según comentan los vecinos.
Parece que los daños son importantes y sigue desprendiéndose algunos trozos de carretera. «Si vuelve a llover habrá que estar atentos», explican.
Es posible que los daños se hayan producido por que la finca que hay por encima de las calle actuó de balsa que al sobrepasar un umbral se rompió.
El Ayuntamiento cortó el paso y está valorando los daños, según informó el alcalde Santiago Hernández.