El 8 de enero de 2020 Diego Bello fue abatido por agentes de la policía filipina, que le acusaron de ser un capo de la droga. Ahora los tres agentes han sido imputados por asesinato, perjurio y falsificación de pruebas.
Diego Bello era un empresario y surfista español que residía en Filipinas desde el 2017. El 8 de enero de 2020 unos policías le asesinaron en un tiroteo en la isla de Siargo. Le asestaron seis disparos y le acusaron de ser un narcotraficante. La familia y los amigos de Bello no se creyeron la versión de los agentes y desde entonces han luchado por sacar a la luz la verdad de lo sucedido.
Gracias a nuevas pruebas y testimonios, se ha podido conocer que un grupo de policías corruptos simularon un tiroteo con el español para así justificar el asesinato. Para ello, colocaron en su cuerpo una riñonera con droga en su interior. Ahora la Justicia filipina debe determinar si acepta las alegaciones de los tres agentes acusados, o los juzga sobre las acusaciones de asesinato, perjurio y falsificación de pruebas.
Una organización filipina de derechos humanos ha investigado el caso y elaborado un informe. En él se desmonta la versión de los agentes con testimonios y pruebas balísticas y forenses. Por su parte, la Oficina Federal de Investigación de Filipinas ha probado que Bello no tenía nada que ver con las drogas. Además, ha demostrado que el arma que supuestamente portaba durante el tiroteo ni era suya ni estaba a su nombre.
