La nave espacial DART ha efectuado su despegue dentro de la conocida “Misión DART”. El objetivo de esta misión es que DART se convierta en el primer vehículo espacial en impactar intencionadamente contra un asteroide, para evitar una colisión contra la Tierra.
La nave Double Asteroid Redirection Test (DART) ha despegado desde la Base de la Fuerza Espacial en Vandenberg, California (EEUU). Lo ha hecho desde un cohete SpaceX Falcon 9, a las 22:21 hora local (6:21 hora GMT). Si todo sale según lo previsto, la aeronave colisionará contra un asteroide deliberadamente, con el fin de desviarlo de su órbita y cambiar su trayectoria.
Esta misión, considerada “histórica” por la NASA, cuenta con un presupuesto de 330 millones de dólares, aportados por la agencia espacial estadounidense. También participa en ella la Agencia Espacial Europea (ESA), que aporta un pequeño satélite (LICIACube). Este aparato tomará imágenes del impacto e iniciará la misión Hera, para evaluar los restos de la colisión, a finales de esta década.
Asteroid Dimorphos: we're coming for you!
Riding a @SpaceX Falcon 9 rocket, our #DARTMission blasted off at 1:21am EST (06:21 UTC), launching the world's first mission to test asteroid-deflecting technology. pic.twitter.com/FRj1hMyzgH
— NASA (@NASA) November 24, 2021
DART impactará contra Dimorphos, un satélite de 160 metros, que orbita alrededor de un cuerpo de 780 metros, del sistema binario de asteroides Didymos. La idea es que el impacto se produzca a una velocidad de 6,6 kilómetros por segundo y cambie en un 1% la velocidad del satélite. Esto servirá para probar la efectividad de la técnica de un impacto cinético para cambiar la trayectoria de un asteroide.
El sistema Dydimos se encuentra a 11 millones de kilómetros de la Tierra, por lo que no supone ningún riesgo. Sin embargo, el objetivo de la misión es probar la efectividad de esta técnica por si llegara el caso de que fuera necesaria. Además, esta distancia es perfecta para observar mediante telescopios terrestres y radares planetarios el desarrollo del proceso.
Según numerosos científicos, no hay ningún asteroide conocido, que supere los 140 metros, y que pueda golpear la Tierra en lo que queda de siglo. A pesar de ello sobre este tema hay una gran incertidumbre, puesto que hasta ahora solo han podido localizar el 40% de ellos. Además, los asteroides más pequeños también pueden causar graves daños. Por ejemplo, en 2013 un meteorito de 20 metros explosionó sobre la ciudad de Cheliábinsk (Rusia) y liberó una energía de 500 kilotones. Debido a ello alrededor de 1.500 personas resultaron heridas.