La vacuna contra el coronavirus será obligatoria en Alemania, previsiblemente a partir de febrero. Además, se impondrán nuevas restricciones para las personas que no estén vacunadas.
Las nuevas medidas han sido anunciadas por la todavía canciller Angela Merkel. Lo ha comunicado tras una reunión con Olaf Scholz, el previsible futuro canciller, así como con los líderes regionales. “Estamos percibiendo cierta relajación, pero a un nivel demasiado alto. Es por eso que hoy necesitamos acordar estas medidas”, ha expresado Merkel.
Entre las restricciones acordadas está incluido el cierre del ocio nocturno (a partir de ciertos niveles de incidencia) y limitaciones a eventos públicos y a los contactos. Las personas no vacunadas serán las más afectadas, puesto que no podrán reunirse con personas que no pertenezcan a su núcleo familiar. En la reunión también se ha respaldado el plan que establece la obligatoriedad de las vacunas contra la COVID.
Esta medida supone un cambio de criterio, ya que inicialmente la canciller alemana se había mostrado partidaria de que la vacunación fuera una opción personal. Esta permisividad puede haber influido en la relativamente baja vacunación en el país, que cuenta con menos del 70% de su población inmunizada.
Olaf Scholz, tras más de dos meses de negociaciones, se convertirá en el canciller alemán el próximo miércoles. Este cambio de poder puede haber afectado en la respuesta del país frente a la nueva ola de coronavirus. Sin embargo, se ha conocido que el plan de vacunación obligatoria se votará pronto en la cámara baja del parlamento. Actualmente el país cuenta con una incidencia de 439 casos por cada 100.000 habitantes. Además, el jefe del grupo de presión de cuidados intensivos DIVI ha vaticinado que el número de pacientes COVID en las UCI alcance los 6.000 en Navidad.