La deuda de Castilla y León se situó al cerrar el tercer trimestre del año en los 13.100 millones de euros, lo que supone 15 menos que en el mismo periodo de 2020, cuando se situó en los 13.115, por lo que el ajuste fue del 0,11 por ciento, según los datos publicados hoy por el Banco de España. Asimismo, la Comunidad redujo también su deuda en relación al trimestre anterior, cuando alcanzó los 13.290 millones, la mayor cifra de la serie histórica, iniciada en 2003.
Ical.- En este caso, se aminoró en 190 millones, lo que representa una variación negativa del 1,42 por ciento. Esta ratio supone una nueva reducción de 0,5 puntos porcentuales con respecto al trimestre anterior y es inferior en 3,3 puntos a la media autonómica, que se sitúa en el 26,6 por ciento del PIB nacional, según un comunicado.
En términos absolutos, la deuda de Castilla y León ha registrado una variación durante este año del 1,3 por ciento, inferior al aumento de la deuda del conjunto de comunidades del 2,7. Esta cantidad representa el 23,3 por ciento del Producto Interior Bruto Regional, manteniéndose en la lista de territorios menos endeudados de España.
En el conjunto autonómico, la deuda de las comunidades creció en 10.313 millones, lo que supone un 3,41 por ciento más, al pasar de 301.870 millones del tercer trimestre de 2020 a los 312.183 que se alcanzaron al cierre de septiembre de este año. Además, subió un 0,04 por ciento, lo que supone 153 millones, en relación al segundo trimestre de este ejercicio, cuando la cifra total era de 312.030.
Además, Castilla y León, junto a Andalucía, es la octava comunidad menor endeudada, puesto que su deuda equivale al 23,3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB). Este porcentaje es 3,3 puntos inferior a la media de las autonomías, que se situó en el 26,6 por ciento.
Con un mayor endeudamiento que la comunidad se encuentran la Comunidad Valenciana (47,8 por ciento), Castilla-La Mancha (38,7 por ciento), Cataluña (37,2 por ciento), la Región de Murcia (37 por ciento), Islas Baleares (29,4 por ciento), Extremadura (26,7 por ciento), Cantabria (25,6 por ciento) y Aragón (25 por ciento). En el lado opuesto se sitúan Canarias (14,2 por ciento), la Comunidad de Madrid (15,1 por ciento), País Vasco (16,3 por ciento), Navarra (18,3 por ciento), Galicia (18,5 por ciento), La Rioja (19,8 por ciento) y Asturias (22,8 por ciento).
El endeudamiento de Castilla y León en relación a la deuda global de las autonomías españolas es limitado, de acuerdo con los datos facilitados esta mañana por el organismo regulador. En concreto, al término del tercer trimestre de este año se cifraba en 13.100 millones de euros, el 4,2 por ciento del total de las comunidades, que asciende a 312.183 millones de euros.
En este importe el supervisor bancario incorpora los créditos reintegrables que la Administración de la Comunidad concede a las empresas, cuantificados en 246,6 millones de euros; el llamado ‘factoring’ sin recurso –o lo que es lo mismo, los créditos comerciales con la Administración cedidos a entidades financieras–, que añade 145,1 millones de euros, y el endeudamiento asociado a proyectos de colaboración público-privada y otra deuda imputada, por 273,1 millones de euros.
El análisis de la estructura de la cartera de endeudamiento de Castilla y León en términos SEC 2010 (Sistema Europeo de Cuentas) atendiendo a quiénes son los prestamistas revela que, al acabar el tercer trimestre de 2021, el mayor importe corresponde a emisiones de deuda pública, con 3.982,4 millones de euros, en concreto el 30,4 por ciento. En segundo lugar, se encuentran los préstamos del Fondo de Facilidad Financiera, cifrados en 2.349,1 millones de euros, aglutinando un 17,9 por ciento del total.
Otro grupo relevante de prestamistas lo configuran las entidades financieras multilaterales, como son el Banco Europeo de Inversiones y el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa, con los que la Comunidad viene manteniendo una estrecha relación financiera, con un saldo vivo de 1.089 millones de euros, un 8,3 por ciento de la deuda de la Comunidad.
Por otro lado, y de forma similar a trimestres anteriores, el 95,6 por ciento del endeudamiento castellano y leonés correspondía a la Administración General, frente al 4,4 por ciento de universidades, organismos autónomos, entes públicos de derecho privado y empresas públicas, entre otros.
Respecto a los plazos de vencimiento, el 98,9 por ciento de la deuda viva de la Comunidad está formalizada a largo plazo, frente al 1,1 firmada a corto. El 82,7 por ciento está concertado a interés fijo y el 17,3 a variable, un reparto que permite mitigar el efecto de posibles subidas futuras de tipos.
Finalmente, cabe señalar que el Banco de España, además, contabiliza en 2.742 millones de euros la deuda de otras empresas públicas que pertenecen a las comunidades autónomas que no están incluidas en el perímetro SEC 2010, sin que Castilla y León tenga asignada ninguna cuantía por este concepto.
De este modo, teniendo en cuenta los datos del endeudamiento de todo el sector público autonómico, la ratio media con respecto a PIB se elevaría al 26,8 por ciento, frente al 23,3 de Castilla y León.
