Teresa Romero, la auxiliar de enfermería contagiada por el virus del ébola, se encuentra estable dentro de la gravedad, aunque ofrece «algunos indicios que nos podrían indicar cierta esperanza».
Fernando Simón, coordinador de emergencias y alertas del Ministerio de Sanidad y miembros del comité especial para la gestión de la enfermedad, aseguró este domingo que la carga viral «se va reduciendo y controlando», por lo que puede dar pie a pensar que «hay altas esperanzas de que la enfermedad de Teresa se esté controlando«.
No obstante, pidió «cautela» porque se trata de un proceso «crítico». Simón añadió que gana peso la hipótesis de que se contagió fortuitamente mientras atendía al misionero García Viejo.
Por otra parte, varios periódicos publican fotos de escasa definición en la que se ve a la paciente mientras es atendida en la habitación del Carlos II, tomadas desde el exterior del edificio.