Durante el fin de semana se empezó a marcar con más claridad el declive de la sexta ola, con un nuevo descenso suave de los contagios, pero un aumento de las muertes y de pacientes ingresados por coronavirus en el Hospital Universitario de Salamanca.
Como ha pasado en las olas precedentes, primero se produce un estallido de contagios y a las pocas semanas empiezan a aumentar los pacientes ingresados y finalmente, los fallecidos.
Cuando remiten las infecciones, todavía se mantiene durante unas semanas el impacto sobre el hospital y las cifras de mortalidad de los positivos registrados, en este caso, durante y después de la Navidad.
Según los datos facilitados por la Consejería de Sanidad, desde el jueves y hasta el domingo se han notificado 1.225 nuevos positivos, 300 menos que el fin de semana pasado y 600 menos que hace dos semanas. Son descensos menos explosivos que los aumentos que hubo de las infecciones, pero semana a semana se aprecia una mejoría.
Son descensos leves, pero sostenidos, aunque haya días en los que parece que se va a truncar la tendencia. Eso ha permitido bajar la incidencia acumulada a14 días hasta los 2.870 casos por cada 100.000 habitantes (hace dos semanas estábamos en máximos de 4.300) y la de siete días está en 1.464 casos (1.970 hace dos semanas).
mientras los indicadores epidemiológicos siguen mejorando, los indicadores sanitarios siguen reflejando los efectos de ese reguero de contagios que hemos vivido con la llegada de la variante ómicron, motivo por el que las cifras sobre la presión asistencial empeoraron este fin de semana.
Sanidad notificó siete muertes de pacientes con coronavirus, dos menos que la semana pasada y uno menos que hace dos semanas.
A pesar de eso y de que 23 pacientes recibieron el alta desde el jueves y hasta este lunes por la mañana, quedan 88 pacientes covid en planta (8 más que el jueves) y otros 14 en la UCI (dos más desde la última notificación).
