Después del final de la sexta ola, la incidencia acumulada del coronavirus se ha estancado en España. Estos datos han hecho que los expertos pidan cautela a la hora de poner fin al uso de la mascarilla en interiores.
En España, la incidencia del coronavirus repuntó levemente el pasado viernes por primera vez desde enero. En este contexto, el Ministerio de Sanidad ha aplazado unos días la decisión sobre la nueva forma de abordar la pandemia. Entre otras medidas, se valora la suspensión de las cuarentenas a los asintomáticos, así como el fin de la mascarilla en interiores. Respecto a lo último, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha indicado que llegará “muy pronto”. Esta medida cuenta con el apoyo de Comunidades como la madrileña.
Sin embargo, diferentes expertos, como el doctor en Medicina de la Fisabio de la Comunidad Valenciana, Salvador Peiró, piden precaución. El doctor considera que “es pronto” para establecer estas nuevas medidas, y cree que se deben basar en las tasas de ingresos y mortalidad. “Cuando sean similares a las de un año normal de gripe y los casos graves sean pocos, sí se puede hacer”, explica. Además, según su criterio, las mascarillas “se deben quedar” para las personas sintomáticas de cualquier enfermedad. “Ya es impensable que alguien entre en una sala de espera tosiendo sin mascarilla”, apunta.
Respecto a la posibilidad de una séptima ola, Peiró cree que viviremos tranquilos “hasta bien entrado el verano, y si hay repunte, no será importante”. Por su parte, Juan Antonio Pineda, especialista de enfermedades infecciosas del Hospital Universitario Virgen de Valme de Sevilla, explica que “muchas Comunidades están comunicando lo que parece el inicio de un repunte”. “Que haya una nueva ola no es raro. En mi opinión, puede haber una séptima ola de bajo nivel, pero no creo que vaya a haber una gran ola”. No obstante, “si eliminamos las mascarillas de interiores en el inicio de una nueva ola, podría ocurrir que no fuera tan pequeña”, matiza.
Por último, la otra cuestión que destaca Salvador Peiró es la inmunidad de las personas mayores. “Hay que vigilar la inmunidad de los mayores, que fueron los primeros en recibir la tercera dosis, si se generan contagios y si estos derivan en casos graves”, explica. Además, sobre las personas inmunodeprimidas, considera que “no pueden seguir reglas generales, hay que medirles la inmunidad de cuando en cuando”.
