[dropcap]H[/dropcap]oy quiero contarte una historia que si tienes ansiedad o estás pasando por un momento difícil de gestionar te puede resonar.
Hay personas que venimos con la ansiedad ‘de serie’. Parece ser que yo soy una de ellas.
Desde pequeñita ya tenía reacciones muy desproporcionadas a estímulos neutros.
Recuerdo que había un anuncio en la televisión titulado ‘La Segunda Oportunidad‘.
Si no te apetece verlo, te resumo: un coche se estrella contra una roca gigante que está en medio de la carretera.
Pues yo era verlo y ponerme mala, no, lo siguiente. Entraba en pánico.
Los niños tienen muchos miedos, muchas veces irracionales, pero ya te digo yo -porque me acuerdo como si fuera una pesadilla- que entraba en un estado muy parecido a lo que años después experimentaría como ataques de pánico.
Visto así se entiende que tenía muchos números para que cuando el nivel de estrés de mi vida aumentase, la ansiedad se convirtiese en ama y señora de mi vida. Y así fue.
La vida tarde o temprano te trae situaciones difíciles de gestionar emocionalmente, seguro que sabes de lo que te hablo, lo hayas vivido en primera persona o en alguien muy cercano.
La vida es maravillosa pero puede ser terriblemente cruel, y no es una exageración, para muestra lo que está sucediendo estos días.
Y ante situaciones complejas el cuerpo y la mente reaccionan como buenamente pueden. Ellos aguantan, claro que aguantan, pero dile tú que aguanten durante meses y años.
Estamos diseñados para gestionar casi a la perfección un estrés agudo como es el ataque de un león, hace miles de años nos iba la vida en ello.
Pero el estrés crónico que puede sufrir ahora mismo una persona que es cuidadora, alguien que vive en una zona de conflicto de guerra o un padre que está a punto de ser desahuciado y quedarse con sus dos hijos pequeños en la calle, pues esa tensión el cuerpo no la aguanta si se mantiene en el tiempo, es evidente.
O lo hace, pero empieza a pedir ayuda a gritos, y una forma muy habitual es la ansiedad.
La ansiedad no deja de ser una señal de alarma de que estás viviendo algo que te desborda.
Si llevas unos horarios muy caóticos, es fácil que acabes manifestando ansiedad.
Si trabajas el doble de lo que te toca bajo un nivel de estrés muy importante, muy probablemente la ansiedad llamará a tu puerta.
O si alguien te hace la vida imposible.
Ya no te digo si vives un hecho especialmente traumático.
O si consumes drogas.
La ansiedad puede llamar a tu puerta en multitud de ocasiones.
¿A todos nos va a afectar por igual?
Pues no, ya te he comentado al principio que hay personas a las que de entrada nos afecta más.
Pero eso no significa que los demás no la puedan experimentar, a veces incluso a niveles muy elevados.
Al final lo fundamental es saber manejar bien todas las emociones, porque quizás tu punto flaco no sea la ansiedad pero sí lo sea la ira o la tristeza, y de todas maneras tengas que aprender a gestionarlas porque situaciones tristes o que te generen una rabia incontrolable vas a vivir unas cuantas en esta vida.
Así que si te apetece aprender a gestionar mejor tus emociones, el evento ‘Las mil caras de la ansiedad’ puede ayudarte a hacerlo.
Con este evento lo más probable es que no superes tu malestar en una semana o en un mes, seamos realistas.
Pero si te apuntas, vamos a proporcionarte una gran cantidad de ideas y estrategias, y eso sí te puede ayudar a salir de tu estado actual.
‘Las mil caras de la ansiedad‘ estará disponible online gratuitamente del 28 de marzo al 2 de abril.