El buque Salamanca, de la compañía Brittany Ferries, ya surca los mares tras la inauguración oficial que ha tenido lugar esta mañana en el puerto de Bilbao.
La nueva embarcación realiza este mismo martes la ruta entre Bilbao y Portsmouth, localidad británica desde donde zarpó el domingo con su primer viaje, con 600 pasajeros y vehículos pesados a bordo, con un tránsito de 28 horas. Con 215 metros de eslora y una capacidad de 2.723 metros lineales para carga y 1.100 personas entre pasaje y tripulación, este es el primer buque a gas de la naviera.
Al utilizar gas como combustible, prácticamente no emite dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno ni partículas tras la combustión, y consigue reducir las emisiones de CO2 en un 25% aproximadamente. Además, el diseño de su casco, largo y esbelto, contribuye a ofrecer un alto nivel de rendimiento hidrodinámico. La pintura de silicona aplicada en el casco, que reduce la fricción, ayuda a suavizar su paso por el agua, disminuyendo también el consumo de combustible.
Este nuevo buque será el encargado de conectar dos veces por semana Bilbao con Portsmouth (viaje de ida y vuelta). Y también cubrirá una ruta semanal de ida y vuelta entre Portsmouth y Cherburgo (Francia).
El Salamanca fue construido en los astilleros de Weihai en China, y diseñado en Europa por el arquitecto sueco Richard Nilsson y el especialista alemán en interiores de cruceros de alta gama Rheinhold & Mahla.
Decoración charra
La decoración del buque está inspirada en Salamanca, por lo que los pasajeros pueden contemplar los recursos patrimoniales de la ciudad, desde la Plaza Mayor o el Puente Romano hasta la fachada de la Universidad de Salamanca, entre otros. Un recorrido por sus cubiertas dirige a los pasajeros a un viaje de descubrimiento inspirado en nuestra ciudad.
Las zonas de pasajeros, amplias y luminosas, albergan tiendas, salones y camarotes para satisfacer todas las necesidades. Hay una enorme terraza exterior en la cubierta diez repleta de obras de arte, tres salas de juegos para niños, numerosos salones, restaurantes y bares y dos grandes tiendas situadas en el corazón del barco. En definitiva, un magnífico escaparate para Salamanca para promocionar la ciudad como destino turístico entre los pasajeros del buque para captar más viajeros hacia nuestra capital.
