El Teatro Liceo acogerá este sábado el estreno absoluto de la obra ‘Von Lustig, el hombre que vendió la Torre Eiffel’, montaje realizado por la Compañía salmantina Los Absurdos Teatro y dirigido por Natalia Hernández. Una obra seleccionada dentro de la convocatoria de apoyo a la creación escénica, impulsada por el Ayuntamiento de Salamanca para ayudar al sector cultural local.
Es la primavera de 1925. En una suite del elegante hotel Crillon de París se cierra la mayor estafa conocida del siglo XX. ¡Un hombre es capaz de vender la torre Eiffel! El 11 de marzo de 1947, ese mismo hombre muere por una neumonía hipostática en el centro médico para prisioneros federales del condado de Greene, Misuri, Estados Unidos. Ha sido trasladado allí desde su celda en la prisión de máxima seguridad de Alcatraz.
El oficial de turno, al llegar el momento de rellenar el certificado de defunción, en el apartado de ‘ocupación’, lo define para la posteridad -en una especie de cómica ironía- como: ‘aprendiz de vendedor’. Su nombre es Víctor Lustig. Su alias más conocido, el conde Von Lustig: ¡el mayor estafador del siglo!
Kikí, una meretriz ingeniosa, estafadora e iniciadora de Víctor en toda clase de artes desde su llegada a París siendo un pipiolo, nos da la bienvenida a la función y nos presenta al conde para, entre los dos, desgranar las andanzas más audaces que sumieron a Víctor en un carrusel vital tan increíble como cierto… O tal vez no.
Asistiremos a los despertares de Víctor (a la vida, al dinero, a las mujeres, a la fascinación por el timo y la huida constante…); a su encuentro mesiánico con su primer maestro, Nicky Arnstein; a su preparación y estudio para la impostura; a su encuentro con Al Capone; a sus grandes estafas.
Y todo ello contado, como una especie de embudo vital, para desembocar en el gran golpe que le haría pasar a la posteridad: París. Víctor lee un periódico ¡Eureka! Lustig ha visto la oportunidad, solo le queda diseñar el anzuelo, elegir correctamente la víctima, el engaño y el momento.
La Compañía
Los Absurdos Teatro nació a principios del 2010 y en 12 años ha realizado más de 2.000 presentaciones. Se trata de una puesta en escena limpia y precisa, con los elementos justos y necesarios para hacer montajes muy ágiles, en los que las conversaciones y los pensamientos se cruzan del mismo modo en que se cruzan por la vida, sin pedir permiso. Del mismo modo en que se cruzan en un folio la prosa y el verso, con un simple cambio de renglón. Del mismo modo en que la cuarta pared aparece y desaparece y los personajes se abrazan y distancian del público, con un simple guiño.
Y todo esto se pretende hacer a través de su imaginario, de su visión expresada en sus propias palabras. Textos propios que conforman su propio universo. Un universo que lleva a buscar en cada montaje –quizá de forma necia, pero siempre divertida- la lente de aumento más adecuada a su mirada autocrítica con el fin de encontrar el famoso punto sobre la i.
Su auténtico reto es mostrar dramas sin caer en dramatismos; plantear dudas sin imponer soluciones; sacar sonrisas sin buscarlas.