Posible relación entre los perros y el brote de hepatitis infantil

Ya hay más de 200 casos confirmados
Un perro y una niña (Pixabay)

Los expertos están investigando una posible relación entre los perros y los casos de hepatitis aguda en niños, que ascienden ya a más de 200. Esto se debe a que la mayoría de afectados pertenecen a familias con perros. Sin embargo, avisan que correlación no tiene por qué implicar causalidad. 

El brote de hepatitis aguda grave en niños ya ha superado los 200 casos en todo el mundo. En este sentido, instituciones como la OMS ya han mostrado su preocupación, máxime cuando aún se desconoce el origen y el motivo de que los contagios sigan aumentando. Una de las hipótesis apunta a que la transmisión de la enfermedad podría estar relacionada con los perros, según investigadores de Reino Unido.

Esta suposición está basada en los “números relativamente altos” de familias de niños afectados con perros o expuestas a estos animales. Los datos de los cuestionarios realizados a estas familias por la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA), de los 92 casos analizados, 64 afirmaron tener vínculos con perros. No obstante, los expertos han aclarado que este dato podría ser una simple coincidencia, y que la correlación no significa causalidad. A pesar de ello, desde la UKHSA explican que “se está explorando la importancia de este hallazgo”.

Respecto al origen de la misteriosa hepatitis, también es una incógnita, y una de las principales hipótesis sitúa al adenovirus F41 como el principal sospechoso. Este adenovirus es un serotipo hasta ahora asociado a casos de gastroenteritis en niños. Sin embargo, nunca había originado síntomas de tanta gravedad. En este sentido, muchos de los niños afectados por este brote de hepatitis han dado positivo en adenovirus.

Entre las suposiciones sobre el F41, es posible que haya sufrido alguna mutación que permita la infección del hígado. También se podría estar produciendo una coinfección con algún otro virus. Tampoco debe descartarse que se trate de un virus no descrito o al que no se le haya atribuido esta sintomatología, así como que el SARS-CoV-2 pueda haber favorecido otras infecciones.

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