La situación por la que atraviesa Unionistas no ha dejado indiferente a casi nadie. Tras los primeros movimientos de las partes directamente implicadas, el club advirtiendo de que podría desaparecer si no le dejan cambiar el césped del campo municipal Reina Sofia, aun pagándolo de su dinero, y el Ayuntamiento, que se ha vuelto a cubrir de gloria invirtiendo más de dos millones en la reforma de un estadio que ahora no sirve para la categoría en la que juega Unionistas.
Si se cambia el césped y se repone la hierba natural, se limitaría extraordinariamente el uso del terreno de juego que ahora utilizan Unionistas y Monterrey, así como sus respectivas canteras.
Con un césped natural su uso quedaría exclusivamente para la primera plantilla de Unionistas, si se quiere que dure en buenas condiciones
Ahora, en plena tensión en los despachos, ha empezado a circular por los móviles un cartel en el que se protesta ante la eventual nueva ayuda municipal al club albinegro.
«No con mis impuestos», reza en grandes caracteres un anónimo «salmantino» que dice estar «harto de presiones y chantajes, del hostigamiento al alcalde, de los tratos de favor, de vivir de fondos públicos, de imponer ser el ombligo del mundo, del desprecio al resto de equipos, de fagocitar el fútbol salmantino, del abuso de otras canteras, de sus periodistas secuaces y del acoso en redes».