Por el momento, al menos nueve autonomías españolas han registrados casos confirmados o sospechosos de viruela del mono. El aumento de los casos también se está produciendo en otros países, lo que abre la puerta al riesgo de que se vuelva una enfermedad endémica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha cifrado este martes los casos confirmados de viruela del mono en más de 131, mientras que los sospechosos se sitúan en 106 en un total de 19 países. El primer país en notificar contagios de este virus fue el Reino Unido, el pasado 7 de mayo, y en este momento cuenta ya con 71 pacientes contagiados confirmados. En España, hasta ahora se han notificado 51 casos de viruela no humana (20 confirmados como viruela del mono y 31 pendientes de confirmar que sean de ese tipo). Otro de los países con más casos confirmados es Portugal, donde los contagiados ascienden a 39.
El brote de esta enfermedad se extiende ya por nueve comunidades autónomas españolas, siendo Madrid la región con mayor número de contagios, con un total de 47 casos confirmados a fecha de este martes. Además, en la comunidad madrileña se están estudiando otros 20 contagiados. Por su parte, Canarias ha notificado tres casos positivos del mencionado virus, que corresponden a tres hombres jóvenes de Gran Canaria, y hay otros cuatro casos probables.
Desde la Unión Europea han recomendado este lunes que los contagiados permanezcan en cuarentena hasta que se les caigan las costras de las lesiones cutáneas. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) apuesta por incluir en las cuarentenas a las mascotas mamíferas de los afectados. “Si se produce la transmisión de persona a animal y el virus se propaga en una población animal, existe el riesgo de que la enfermedad se vuelva endémica en Europa”, han advertido los expertos.
Los síntomas de esta patología, según explica la OMS, se pueden dividir en dos períodos. En primer lugar, el de invasión, entre los días 0 y 5. En él aparecen síntomas como fiebre, cefalea intensa, linfadenopatía, dolor lumbar y muscular y falta de energía. Por otro lado, el período de erupción cutánea, entre 1 y 3 días tras la aparición de la fiebre. Aquí aparecen las lesiones en la piel, empezando por el rostro y siguiendo por el resto del cuerpo. Para evitar el contagio, dicho organismo, recomienda evitar el contacto físico estrecho con los infectados con esta enfermedad.
