[dropcap]E[/dropcap]l 14 de mayo de 1982 finalizó el periodo de información y participación de los ciudadanos en el Plan Especial. Durante tres meses se recibieron sugerencias y se incluyeron las que el equipo redactor consideró pertinentes. Después volvió a exponerse al público. Fernando Contreras mantuvo una reunión con los salmantinos en el Aula Magna de la Universidad Pontificia de Salamanca. Pero sufrimos una gran decepción, después del esfuerzo de información solamente 25 ciudadanos acudieron a la Pontificia.
Las principales críticas hacían referencia a los criterios de conservación, a la rentabilidad de las obras realizadas de acuerdo al Plan Especial, a las reformas permitidas en las viviendas y a las condiciones de habitabilidad.
Recibimos 70 sugerencias, la mayoría individuales. Destacaban las referidas a San Vicente y las Peñuelas de San Blas, por permitir dos alturas como máximo, y a los excesos en la inclusión en la lista de edificios catalogados.
Los redactores aceptaron 1/5 parte de las 73 sugerencias admitidas a trámite, otro 50% fueron admitidas en parte. Disminuyeron los edificios catalogados del 46% al 43%, y se redujo el tipo de protección obligatorio. Dos conclusiones más salieron de aquellas jornadas de reflexión: la Vaguada de la Palma quedaría como un parque en torno a una vía de penetración, y el barrio de San Vicente duplicaría su edificabilidad.
Se contemplaban tres zonas verdes, la Vaguada de la Palma, la ribera del Tormes y una tercera en los entornos del Puente Romano, la muralla y los jardines del Visir y Calisto y Melibea. Todas ellas son hoy día una realidad.
